• La memoria utópica del Inca Garcilaso. Comunalismo andino y buen gobierno

    388 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.

     

    Pocas obras en la historia de las ideas sociales y políticas han tenido un impacto tan duradero y profundo como los Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega. Publicados por primera vez en 1609, los Comentarios suscitan desde finales de ese siglo el interés de reformadores sociales que buscan soluciones a la miseria extrema que afecta a gran parte de la población del continente europeo. En el siglo XVIII devienen una referencia mayor del debate político y cultural en Francia, mientras que en América son leídos por Túpac Amaru, el líder de la mayor insurrección indígena de la época colonial, y prohibidos en 1782 por el rey de España luego del fracaso del movimiento, a fin de que los naturales del país queden “sin ese motivo más de vivificar sus malas costumbres con semejantes documentos”. En el siglo siguiente y en el contexto de la tragedia social implicada por la “revolución industrial” europea, el “Perú de los Incas” descrito por el Inca Garcilaso es utilizado como un importante referente histórico para la elaboración de nuevas teorías sociales y de la idea moderna del “socialismo”. Asimismo, los Comentarios Reales están presentes, explícita o implícitamente, en la conocida discusión sobre el “socialismo inca” (o el “comunismo inca”) que se desarrolla en Europa y América Latina durante más de medio siglo.

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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