• Cómo se ordena una biblioteca

    162 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    Interesa acá recordar una mención de Borges a las bibliotecas: “ordenar una biblioteca es una manera silenciosa de ejercer el arte de la crítica”. La frase, desde que fuera pronunciada por primera vez, ha recorrido hasta hoy un largo trecho, asociando al criterio de orden una naturaleza del todo subjetiva y personal que les confiere su esencia a nuestras bibliotecas particulares. Con estos antecedentes y mi propio agobio, me he propuesto preguntarle a un breve número de escritores, críticos, historiadores, sociólogos y científicos de Argentina, Colombia, Chile, España y México, todos poseedores de importantes bibliotecas, por sus propios sistemas de ordenamiento. El resultado, como podrá leerse en las páginas que siguen, es francamente curioso y, a mi modesto entender, por momentos fascinante. De hecho, incluye todo tipo de estrategias que suman a la autobiografía la reflexión sobre el papel que los libros desempeñan en nuestras vidas, que plantean las tensiones entre el espacio público y el espacio privado, que se ocupan de la hipotética desaparición del problema con la extinción de los libros y que avizoran los nuevos inconvenientes que nos deparan otros sistemas de transmisión del conocimiento.

  • Es mágico / Llaksachiq

    Autor/a:Canizales

    28 páginas | Boardbook | Formato: 18.5 x 18.5 cm.
    Idioma: español / quechua
    Edad recomendada: 0 años a más

     

    Libro bilingüe en el que descubrimos la magia del amor de madre. Un juguete donde las imágenes desafían nuestra imaginación: aves que se transforman en notas musicales, flores que se convierten en camisetas y otras particularidades que reflejan la magia y el amor que mamá tiene siempre para nosotros.

  • La aventura de la filosofía francesa. A partir de 1960

    Autor/a:Alain Badiou

    190 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Traductora: Irene Agoff
    Año de publicación: 2014

     

    Convencido de que la filosofía escrita en lengua francesa en la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI constituye un momento filosófico comparable con el momento griego clásico y con el del idealismo alemán, Alain Badiou presenta en este libro un conjunto de textos que tratan sobre pensadores que publicaron lo esencial de su obra en francés en dicho periodo. Gilles Deleuze, Paul Ricoeur, Jean Paul Sartre, Louis Althusser, Bárbara Cossin, Jacques Rancière, entre otros, comparten, según Badiou, un programa de pensamiento que puede ser definido como el deseo de abandonar una serie de oposiciones: la oposición entre el concepto y la existencia; entre la filosofía y la vida; entre la filosofía del conocimiento y la filosofía de la acción, y entre la filosofía y la escena política -sin pasar por la distorsión de la filosofía-política-. Pero el programa que define al momento en cuestión es también, según el autor de este libro, el deseo manifiesto de rivalizar tanto con el psicoanálisis como con la literatura. Con el primero “en lo que atañe al pensamiento de un sujeto irreductible a la conciencia y, por lo tanto, a la psicología” y, con la segunda, “creando un nuevo estilo de exposición filosófica”.

  • Poetas que traducen poesía

    428 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    Este libro reúne el testimonio de treinta y cinco poetas de diversas generaciones y procedencias que, desde distintas perspectivas, comentan cómo han traducido y cuáles fueron las dificultades más frecuentes con las que se toparon a la hora de traducir poesía. Como podrá comprobarse, no hay una única respuesta. Con todo, ya se trate de una reflexión general o de los datos específicos del trabajo sobre la obra de un único autor, los textos recogidos en el presente volumen explican y justifican las razones de esa práctica.

  • Walter Benjamin: la vida posible

    336 páginas | Tapa blanda | Formato: 10 x 20 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    No hay, probablemente no puede haber, punto de discusión: Walter Benjamin (1892-1940) fue un personaje ejemplar e irrepetible del siglo veinte europeo. Alemán judío, crítico literario y filósofo, huyó de la academia y del fascismo para viajar y escribir. Teórico del aura y de la tecnología, burgués unido al proletariado, documentalista de la experiencia pero no de su biografía, presagió y sufrió el horror de su época. Nunca encontró un lugar para establecerse, entre la infancia dorada en Berlín y los días de amparo en Mallorca; siguió a amores y amigos de Letonia a Dinamarca. Intentó sustentarse escribiendo e investigando, primero en Suiza y más tarde en París, desde donde finalmente tuvo que escapar. Premunido de morfina luego del incendio del Reichstag, optó por suicidarse cuando, después de atravesar a pie los Pirineos hacia España, lo iban a obligar a devolverse.
     

    “Hay algo en Walter Benjamin que lleva a especular acerca de lo que hubiese sido, lo que pudo haber sido y lo que debió ser”, dice la autora de esta formidable biografía. “El terrible resultado de su vida se intenta subvertir al transformar la historia, que ya está completa, en algo incompleto, al menos en la imaginación”. En esta investigación sobre sus circunstancias, textos y manuscritos, cartas y papeles, sobre los lugares, las cosas, las personas y las ideas que le interesaron, no hay ni ángel ni víctima, sólo un escritor brillante que quiso ser libre pero quedó atrapado. Más que el genio melancólico, aparece aquí el hombre que padeció incuestionables pellejerías y sin embargo nunca abandonó la labor de articular una vida posible.
     

    Para Benjamin, el presente es el tiempo en el que puede emerger, en cualquier momento, la “oportunidad revolucionaria de una solución nueva a un problema completamente nuevo”. No se trata, desde luego, de una ingenuidad, sino de un argumento: la historia es un acto de remembranza, los cursos históricos son totalmente manipulados y el orden impuesto es falso. El crimen político lo condenó a la soledad, y su única salvación fue rechazar los modos heredados de entender al mundo “en términos de progreso automático, donde la crisis es una excepción y hay un despliegue objetivo hacia un nuevo futuro siempre mejor que nunca llega”. Benjamin vivió, leyó y escribió otra historia.

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