• La máquina de hacer pájaros. Charly, el rock progresivo y la dictadura

    160 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    ¿Qué fue La Máquina de Hacer Pájaros? ¿Una transición? ¿Una consecuencia del fanatismo de Charly por Yes y Genesis? ¿Un alarde de destreza? ¿Una respuesta a la arrogancia de Piazzolla? ¿Un corte definitivo con el folk adolescente de Sui Generis? ¿La inspiración de sus amoríos con María Rosa Yorio y Zoca Pederneiras? ¿Un refugio posible durante la dictadura? ¿Un trampolín hacia Serú Girán?

     

    Esta es la historia del grupo que lideró Charly García entre 1976 y 1977, transcurrida entre los estudios ION, el estadio Luna Park, la redacción de la revista Expreso Imaginario y el reinado del rock progresivo durante la época más violenta de la Argentina.

  • Los zapatos de Bianciotti

    108 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 20.5 cm.

    Las novelas y cuentos de Carlos Calderón Fajardo ya auguraban su buena perfomance en el difícil terreno del microrrelato. Prueba de ello es la presente selección que reúne cincuenta pequeñas ficciones que dejó en los archivos que ahora conforman su obra póstuma. Este libro es el primero que aparece tras el fallecimiento de quien fuera en vida un notable contador de historias. Sucesos extraños, escritores delirantes y seres solitarios quedan retratados aquí con un lenguaje plagado de ironía, humor negro y, muchas veces, iluminador.

  • Sonido y acontecimiento

    204 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2016

     

    Un pensamiento clásico del sonido no podrá ser el mismo cuando nuestro mundo actual está absolutamente atravesado y ocupado, de manera inédita, por sonidos. De esta manera, el presente libro pretende realizar un ejercicio filosófico a partir de la inquietud que nace de la experiencia de esta actual vida sonora. Este ejercicio liga los sonidos a un pensamiento del acontecimiento totalmente independiente de cualquier algo. Toma como ejemplo permanente las propuestas de John Cage, quien quiso siempre prestar oído u oreja a la actividad sonora, sabiendo que en ningún caso escuchar consistía en apropiarse de los sonidos o apropiarse con los sonidos. No hay, en rigor, propiedad, apropiación, desapropiación de los sonidos: pura libertad del acontecer, pura libertad de la experiencia de la escucha. Al menos, ese es el horizonte, el silencio.

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