• Oli y los fantasmas del portal

    42 páginas | Tapa dura | Formato: 23 x 23 cm.
    Ilustrador: Víctor Ynami

     

    El autor nos sumerge en un mundo donde la magia de la luna de sangre despierta antiguas leyendas. A través de los ojos de un niño seguimos la aventura de Oli: un cuy que emprende un viaje por un laberinto de acertijos y desafíos, donde cada fase lunar revela un nuevo misterio. Este cuento, más que la simple historia de un roedor es un viaje a través de la amistad, el coraje y la lealtad. Un relato que encantará tanto a jóvenes como a adultos, invitándolos a creer en lo imposible.

  • Poesía reunida

    Autor/a:Enrique Lihn

    400 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 26 cm.
    Año de publicación: 2018 (reimpresión: 2024)

     

    “La poesía me ha dado otra especie de trabajo. Aunque las dificultades que presenta sean inagotables, un buen día uno se ha instalado en ella y empieza a luchar con esas dificultades desde adentro. Se trata, simplemente, de tener algo que decir –una emoción dominante basta y a veces sobra– y de saber hacerlo, empleándose a fondo en el manipuleo de una sustancia ilimitada que se adhiere al lenguaje vivificándolo. El crecimiento de un árbol no difiere del desarrollo de un poeta. El poeta es el escritor en estado de naturaleza”.

    Enrique Lihn

    Poesía reunida

    Autor/a:Enrique Lihn
    S/ 79.00
  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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