• Loca fuerte. Retrato de Pedro Lemebel

    277 páginas | Tapa blanda | Formato: 13 x 21 cm.
    Año de publicación: 2022 (reimpresión: 2024)

     

    En octubre de 2019, durante el estallido social en Chile, las calles se llenaron de pintadas con el rostro de Pedro Lemebel. Fallecido en 2015, su figura, a la vez altiva y martirizada, provocadora y dramática, permanecía en el imaginario como uno de los símbolos más vibrantes de la rebelión y la furia, alcanzando niveles de devoción inusuales para un escritor. Lemebel fue un niño pobre en una barriada pobre, el hijo consentido de su madre, el maricón del que todos se burlaban, la loca golosa que recorría el centro de Santiago en busca de sexo, el profesor de liceo que se vestía de manera extravagante, el artista brutal de las Yeguas del Apocalipsis, el orfebre de un lenguaje propio, el cronista de éxito, el terror de las ferias literarias, el superventas de taco alto. Las distintas facetas de la vida de uno de los autores más populares de Chile son complejas, a menudo contradictorias, casi siempre extremas. A través de una intensa investigación y decenas de testimonios de quienes lo conocieron, el periodista Óscar Contardo retrata, con la solidez elegante e incisiva de su mirada y de su prosa, a un hombre cuya metamorfosis –de la pobreza al reconocimiento internacional– resulta impresionante. Loca fuerte no narra la historia de un mito, sino la de un hombre complejo, a veces tierno, siempre rabioso, cuya voz no se ha apagado con la muerte.

  • Marta Harnecker. Vida y pensamiento

    276 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Marta Harnecker fue una de las intelectuales latinoamericanas más activas y prolíficas de entre siglos. Su pensamiento se forjó inicialmente desde su militancia católica, donde desarrolló una profunda sensibilidad hacia la pobreza y la desigualdad social. Esto la llevó a París, al marxismo y a trabajar estrechamente con Louis Althusser. La metodología heredada de su maestro, años más tarde la transformaría en una de las autoras más leídas en América Latina, primero con Cuadernos de Educación Popular y luego con el libro Los conceptos elementales del materialismo histórico, libro emblemático que orientó y acompañó las luchas de ese tiempo, con más de sesenta ediciones.
     

    Marta fue una testigo y actora importante del desarrollo de las izquierdas en la segunda mitad del siglo XX e inicio del XXI. Es así como en este libro narra no solo los distintos encuentros con figuras como Fidel Castro o Hugo Chávez, de quien fue su asesora un breve tiempo, sino de gran parte de los líderes de las izquierdas latinoamericanas de las últimas décadas, cuyas experiencias y estrategias desplegadas fueron recogidas por Harnecker en diversos libros. Y este es uno de los legados de Marta, junto a su compromiso con las luchas de los pueblos y sus organizaciones. Se dedicó a difundir las experiencias de lucha y resistencia contra el capitalismo, promoviendo el “”socialismo del siglo XXI””. Su trabajo se centró en conocer, sistematizar y difundir experiencias alternativas desde la base indo-afro-popular de América Latina, siempre sin prejuicios y sin temores.
     

    Consecuente con lo que fue su práctica y relación con sus interlocutores, Harnecker rechazó la idea de una biografía tradicional. Si había que dar cuenta de su paso por el mundo, este debía ser a través de la conversación, el diálogo abierto que permitiera a las y los lectores acercarse a ella, conocerla, conocer su pensamiento, de un modo sencillo y directo.

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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