• Carrera de fondo

    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 12 x 16 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Una noche una mujer logra, por fin, dormir a su bebé de siete meses mientras intenta que su hijo de tres años no se despierte. Entonces el papá de los niños le pide que hablen. Se precipita así una conversación en la que se ponen en jaque los acuerdos de la pareja y el aire queda contaminado. Unos meses después se separan.
     

    Carrera de fondo es el libro en el que la autora abre la caja negra de una separación para recoger los pedazos que quedaron desparramados. Nadine Lifschitz escribió un libro eléctrico y contemporáneo, que no le tiene miedo a nada y que convierte en una comedia negra lo que podría ser un drama. Y lo hace, precisamente, con una escritura de fragmentos: listas, punteos, decálogos, que van narrando los hechos, pero también retratando una personalidad.

  • Es nuestra forma de comunicarnos

    160 páginas | Tapa blanda | Formato: 16 x 16 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    En estas páginas las melodías se mezclan con tinta, el humor con la emoción, y la amistad con el arte. El libro reúne trece de las canciones más queridas de Kevin Johansen llevadas a historieta por Liniers, para que sus historias puedan ser disfrutadas también en papel.
     

    En sus 160 páginas el libro recorre las siguientes canciones e historias: Anoche soñé contigo, Vals de la Lluna, Quiero mejor, Desde que te perdí, Baja a la Tierra, Sos tan fashion, McGuevaras o CheDonalds, El círculo, No voy a ser yo, Cumbiera intelectual, My name is Peligro, Tu Ve, y Guacamole.
     

    Como dice Gómez Puccio (Les Luthiers): “Pasen, vean y escuchen cómo se conectan estos dos artistas con apenas el roce de ese dedito mágico sobre el pincel y la guitarra.”

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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