• Desubicados

    80 páginas | Tapa blanda | Formato: 12 x 16 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Empieza así: una mujer padece un fuerte insomnio, producido por sus vecinos del otro lado de la pared, que se entregan a un sonoro ejercicio sexual. A lo que se le suma el plazo urgente que su pareja le ha dado para que decida si finalmente quiere irse de la ciudad contra la que tanto despotrica. Sitiada por el agotamiento y las demandas, huye a los zoológicos para ver si ahí encuentra una respuesta, o al menos un remanso.
     

    “Siempre vengo acá cuando veo que todo se desencaja y que no hay quién lo entienda. Los seres humanos me parecen remotos, incomprensibles. Me acurruco en algún lugar entre las jaulas, como un bicho más, y mi ánimo se apacigua”. Con una prosa sofisticada e irónica, Desubicados es el relato de una mujer que camina entre animales como una manera de encontrar su lugar. Ella es la otra “desubicada” de estas páginas en las que la narración se va entrelazando con una mirada crítica hacia el antropocentrismo y los procesos de espectacularización a los que son sometidos todas las especies. Casi veinte años después de su primera edición, recuperamos este magnífico ensayo narrativo, corregido y con prólogo nuevo.

  • Kazimir

    132 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13.5 x 21 cm.

     

    El cuestionamiento desordena aves de explotación en la basura de los fractales. Moisés Jimenez extrae vidrio molido de la panza del tiempo. Fig 4: Poema negro sobre fondo gris. Kazimir quebrado, espera. Se larga, esperando.

    Kazimir

    S/ 35.00
  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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