• Abuso de sustancias

    180 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 15.5 x 23 cm.

     

    Contra toda convención de aquello que solemos llamar comunicabilidad, la obra de Bernstein destaca por realzar su contracara, utilizando aquello que se filtra por las vías de escape: pone en jaque ese cliché de que un poema necesariamente debe decirnos algo (como si pudiéramos ponerlo en la bolsa de valores o cuantificarlo). Para Bernstein, lo que queda fuera y lo que queda dentro del texto vale por igual. Para él, se debe mostrar el material con que se trabaja, poner el ojo en qué y el cómo se hace todo un arsenal lingüístico (eso que llamamos poema). Son textos que no pretenden seducirnos (a pesar de que originalmente estén confeccionados con un cuidado notable desde su música) mas sí nos cuestionan y nos dejan incómodos. Esta antología muestra este panorama: que cuanto se transa en un lenguaje se somatiza no por aquello que se enuncia, sino por lo que está fuera, que enfrentamos día a día y que la letra apenas toca. Son los pliegues de un relieve que cuesta digerir, un montaje que devela lo que pasa tras bambalinas. O un callejón por el que transitamos saturados de sustancias, de interferencias; una especie de nonsense, una broma aguda que se traduce en un extrañamiento múltiple, donde lo que se nos dice nunca es.

  • Cómo se ordena una biblioteca

    162 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    Interesa acá recordar una mención de Borges a las bibliotecas: “ordenar una biblioteca es una manera silenciosa de ejercer el arte de la crítica”. La frase, desde que fuera pronunciada por primera vez, ha recorrido hasta hoy un largo trecho, asociando al criterio de orden una naturaleza del todo subjetiva y personal que les confiere su esencia a nuestras bibliotecas particulares. Con estos antecedentes y mi propio agobio, me he propuesto preguntarle a un breve número de escritores, críticos, historiadores, sociólogos y científicos de Argentina, Colombia, Chile, España y México, todos poseedores de importantes bibliotecas, por sus propios sistemas de ordenamiento. El resultado, como podrá leerse en las páginas que siguen, es francamente curioso y, a mi modesto entender, por momentos fascinante. De hecho, incluye todo tipo de estrategias que suman a la autobiografía la reflexión sobre el papel que los libros desempeñan en nuestras vidas, que plantean las tensiones entre el espacio público y el espacio privado, que se ocupan de la hipotética desaparición del problema con la extinción de los libros y que avizoran los nuevos inconvenientes que nos deparan otros sistemas de transmisión del conocimiento.

  • El poema del hachís

    54 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.

     

    Escrito en prosa hace más de ciento cincuenta años, este Poema del hachís es un desborde a la noción de género, una mezcla entre ensayo científico, poesía y testimonio. Baudelaire investiga de forma erudita y lucida sobre los orígenes del hachís, su uso espiritual y recreativo, y sobre todo las alteraciones que genera en la conciencia. Se trata de una invitación a pensar el consumo como una forma de conocimiento, una excitación de la imaginación, que cuestiona tanto el acercamiento ingenuo a las drogas como la moralina que objeta su uso cotidiano.

  • Poetas que traducen poesía

    428 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    Este libro reúne el testimonio de treinta y cinco poetas de diversas generaciones y procedencias que, desde distintas perspectivas, comentan cómo han traducido y cuáles fueron las dificultades más frecuentes con las que se toparon a la hora de traducir poesía. Como podrá comprobarse, no hay una única respuesta. Con todo, ya se trate de una reflexión general o de los datos específicos del trabajo sobre la obra de un único autor, los textos recogidos en el presente volumen explican y justifican las razones de esa práctica.

  • Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta

    78 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    El siglo XIX se despedía con aires de cambio. Expresiones como «igualdad», «libertad», «sufragio femenino», sonaban en las reuniones y en las calles de las grandes ciudades. Pronto, la bicicleta se integró en la revolución feminista y a las campañas de las sufragistas. «Pedalear por el sufragio», se convirtió en una proclama clave que se extendió como la pólvora. Así, el ciclismo pasó de ser una actividad recreativa, a tomar un significado reivindicativo contra las ataduras de la época victoriana. Sinónimo de liberación y de igualdad.
     
    Publicado por primera vez en 1895, Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta se transformó en todo un clásico. Un fascinante testimonio de la expansión de la bicicleta en el cambio de siglo, y de la libertad que este medio de trasporte ofrecía a las mujeres de entonces. Es también la crónica de una mujer singular: activista por reformas sociales contra el alcoholismo y el sufragio femenino –que afirmaba que las mujeres “deberían poder votar, especialmente si el marido estaba ebrio”–, que aprendió a andar en bicicleta a los 53 años de edad, motivando a las mujeres a superar las limitaciones de su época, y a involucrarse con prácticas que desafiaran su impuesto rol en la sociedad de finales del siglo XIX.

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