• La coca sabe. Coca e identidad cultural en una comunidad andina

    358 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Ante los actuales intentos por erradicar el cultivo de la hoja de coca, vale la pena pensar en la diferencia entre el consumo ritual y cotidiano de ésta en los Andes y la demanda urbana para el narcotráfico: son necesarios 300 gramos de hoja de coca para destilar un gramo de cocaína. En su obra sobre los rituales, tanto privados como comunales insertos en la vida rural andina, Catherine J. Allen documenta de forma conmovedora el significado de la masticación de la hoja; considerándola una sustancia sagrada, cuyo consumo crea comunión entre los seres humanos, y también entre seres humanos y sus deidades. La coca es el sacramento andino por excelencia: la llaman hostia en analogía explícita con el referente católico. Rara vez se escucha la voz andina; a veces en la música. Aquí aparece disfrazada como investigación antropológica; pero sobre todo, es una fuente extraordinaria.

  • La única cosa que es probable que rompas es todo. Antología de poesía joven en Alaska

    125 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13.5 x 21 cm.

     

    Con una distribución que busca dedicar cada parte con una naturaleza poética diferente, el poemario se basa en perspectivas narrativas de poetas nacidos o residentes en Alaska; cada uno con visión diferente del transcurso de la vida en “exilio” y la apreciación personal que permite diferir los capítulos entre sì y brindar cierta prosa y musicalidad a hechos comunes que carecen de una sensación de fantasía; en esta búsqueda de un complemento a la realidad.

  • No te enfades conmigo, por favor

    167 páginas | Tapa blanda | Formato: 13 x 20 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    La historia de Antonio supone una frenética caída representada en las dos secciones que componen este libro. La primera, que privilegia la imagen poética, consigna la inocencia interrumpida de un niño, habitante de esa Lima de extramuros a medio hacer de los años ochenta; la segunda, por el contrario, nos acerca, con un lenguaje coloquial y diálogos naturalistas, al mismo niño ya convertido en un hombre consciente por entero de sus excesos y pulsiones, y cuya travesía existencial es compartida ahora por Gabriel y Magdalena, dos amigos de su etapa universitaria. Rafael García-Godos Salazar logra un relato despiadado sobre el deseo y la deriva de la sexualidad, sobre la felicidad postergada y la ansiada redención, donde la ciudad, la literatura y los referentes culturales de principios del siglo XXI son refugios en los cuales los protagonistas parecen encontrar la fuerza necesaria para saldar sus cuentas y seguir adelante.

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