• El despertar del silencio

    84 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13.5 x 21 cm.

     

    Poemario del artista plástico puneño que, dividido en tres partes, cuenta las tradiciones del pueblo y las injusticias que sufren quienes menos tienen.

  • Imaginación material

    152 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    Este libro se propone introducir un desvío en la comprensión habitual de la imaginación, expandir el término para que no se repliegue a los límites que han determinado su uso, en un momento histórico en donde no se deja de anunciar su obturación. Agotamiento que se constata en la imposibilidad de poder imaginar alternativas a nuestras formas de producción y de organización de la vida. De ahí que la apuesta y riesgo de este libro consista en levantar la categoría crítica de imaginación material como tentativa metodológica que quiere contribuir a potenciar otros procesos de formación desde diferentes prácticas. En este sentido, se trata de profundizar en algunos de los desarrollos presentados en La performatividad de las imágenes, para interrogar qué podría querer decir que existe una fuerza formadora en la imagen. Si la imaginación es la capacidad de crear imágenes, ¿cómo activar esa potencia de lo imaginal?
     

    Si lo que pretendemos es una crítica que sea capaz de invertir su energía en una nueva pasión creativa para organizar el polémico encuentro entre lo real y lo posible, es necesario explorar una creación social, artística y conceptual que trabaje desde los bordes, los restos, los fragmentos y lo accidental que se produce en las nuevas formas de contacto.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

  • La performatividad de las imágenes

    144 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La inquietud que no deja de manifestarse bajo diversas formas en este libro es por el poder ambivalente de las imágenes, un intento persistente por desplazar la pregunta sobre qué son las imágenes hacia sus maneras de hacer, su performatividad. Tradicionalmente, la imagen ha sido declarada no apta para criticar la realidad, al tiempo que hoy se afirma que estamos inmersos en una cultura visual que exige orientarse en ella. Si bien la mayoría de las imágenes que circulan son para consumir objetos y no para construir miradas, ello no implica que no sigan siendo artefactos de potencia especulativa, poética y política.

     

    Este texto es una invitación a mantener una actitud crítica que permita la emergencia de nuevos tipos de conflictos y nuevas formas de ver. Desde una suerte de contraintuición afirma que el problema no es tanto el exceso de imágenes sino su escasez; esas realidades que no tienen imágenes, que carecen de capacidad para ser imaginadas. Una interpelación a componer otras formas de poder, relacionar lo que no tiene relación, ejerciendo en común la potencia que se comparte. Hay que hacer relatos, hay que hacer imágenes y hay que creer en esos relatos, hacer como si fuesen verdaderos. Para la autora, en estas formas de interrupción frágil es donde puede ocurrir la sublevación de las formas.

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