• Carrera de fondo

    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 12 x 16 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Una noche una mujer logra, por fin, dormir a su bebé de siete meses mientras intenta que su hijo de tres años no se despierte. Entonces el papá de los niños le pide que hablen. Se precipita así una conversación en la que se ponen en jaque los acuerdos de la pareja y el aire queda contaminado. Unos meses después se separan.
     

    Carrera de fondo es el libro en el que la autora abre la caja negra de una separación para recoger los pedazos que quedaron desparramados. Nadine Lifschitz escribió un libro eléctrico y contemporáneo, que no le tiene miedo a nada y que convierte en una comedia negra lo que podría ser un drama. Y lo hace, precisamente, con una escritura de fragmentos: listas, punteos, decálogos, que van narrando los hechos, pero también retratando una personalidad.

  • El despertar del silencio

    84 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13.5 x 21 cm.

     

    Poemario del artista plástico puneño que, dividido en tres partes, cuenta las tradiciones del pueblo y las injusticias que sufren quienes menos tienen.

  • Erotismo y pornografía

    110 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Inmensa es la brecha que separa la «o» de la «y», la conjunción disyuntiva de la bien nombrada copulativa. «Erotismo o pornografía» evoca una oposición e incluso una batalla; obliga a tomar partido. Y, de hecho, el esfuerzo por distinguir entre los dos –en general para valorar a un término, casi siempre el primero– ha hecho correr ríos de tinta, producido extrañas alianzas y generados debates interminables, sin que se lograse trazar una frontera nítida. En cambio, la fórmula que hemos elegido para este libro, «Erotismo y pornografía», abre un espacio de exploración, no de conflicto. Un espacio de puro goce.
     
    Los colaboradores reunidos en este libro no persiguen ningún consenso ni intentan tapar sus propias contradicciones y ambivalencias. No buscan respuestas definitivas; apenas hacen preguntas. Están en el espacio del juego libre, que es el espacio propio del ensayo –y del erotismo. Con lirismo o humor, hablan de sí, de los otros, hablan de los cuerpos, las imágenes, los deseos, los terrores, las fantasías y, antes que nada, de las palabras. Muy llamativa es la variedad formal de los textos, que abarcan la reflexión académica, la autobiografía, la ficción, la meditación literaria, la poesía y hasta un diccionario bastante poco habitual. No dicen «o»: dicen «y». La voz que susurra, la mano que roza el teclado, el papel, la piel: la escritura es un acto vivificante, un acto erótico. La lectura también.

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