• El despertar del silencio

    84 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13.5 x 21 cm.

     

    Poemario del artista plástico puneño que, dividido en tres partes, cuenta las tradiciones del pueblo y las injusticias que sufren quienes menos tienen.

  • Fotografía sin más. Hacia una descolonización de la fotografía lationamericana

    168 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Este libro es un recorrido teórico-crítico que discurre entre un análisis de fotografías de distintas épocas y autores, un examen de la violencia en el ejercicio documental, y una reflexión final que engloba la práctica fotográfica y las posibilidades de comunicación de la fotografía misma. José Pablo Concha nos invita a una toma de posición con respecto a la perspectiva con la cual nos enfrentamos a las imágenes y a cómo se estructura la visualidad occidental (europea, blanca), como también —y quizás sobre todo— con respecto a la identidad reaccionaria frente a la fuerza colonizadora que se entiende por «lo latinoamericano». Esta toma de perspectiva por medio del retorno regional a las imágenes no es sino la pregunta por cómo estamos entendiendo el «pueblo latinoamericano», la pertinencia del concepto y los resquicios que denotan nuestra autonomíaJosé Pablo Concha Lagos.

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

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