• Cartas de un joven escritor

    168 páginas | Tapa blanda | Formato: 16 x 21 cm.
    Año de publicación: 2009

     

    Se trata de 67 textos hasta ahora inéditos -63 cartas, un poema y tres telegramas intercambiados con el crítico argentino Julio Payró- que se adentran en el corazón y la mente de un escritor de culto como lo es Juan Carlos Onetti, revelando facetas inéditas de su personalidad, como la gran influencia que tuvo en su escritura la lectura de la crítica de pintura más que la literaria; una actitud bastante “afrancesada” que no corresponde a lo que solemos encontrar sobre el escritor, etc. Es, en suma, un libro de un valor invaluable para todos aquellos que se han sumergido en la llamada “Literatura Latinoamericana”, no por nada Carlos Fuentes y Vargas Llosa le consideran el iniciador de la novela contemporánea latinoamericana.

  • El nombre del Perú

    90 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20 cm.

     

    El nombre del Perú (1951) realiza un recuento de las diferentes versiones que existen sobre el origen del nombre de nuestro país. Porras sostiene que el nombre del Perú proviene de una deformación del nombre del cacique del Birú, cuyos reducidos dominios se hallaban en la costa del Darién en la frontera entre las actuales Panamá y Colombia. Hasta ahí llegaron los conquistadores en su primer viaje y al que los soldados y aventureros de Panamá decidieron llamar Perú. Así, el nombre del Perú habría surgido de la deformación castellana de un vocablo indígena. En sus conclusiones, el historiador señala: el nombre del Perú fue desconocido para los Incas. Fue impuesto por los conquistadores españoles y rechazado por los indios del Perú, que se negaban a usarlo, según el testimonio de Valera, Acosta y Garcilaso.

  • Los niños muertos

    192 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    La exigencia política e histórica de Parra camina en paralelo a su exigencia literaria. La cita con la que se abre el libro está sacada de las “Memorias del subsuelo” de Dostoievski: “Somos criaturas muertas al nacer y hace tiempo que nacemos de padres no vivos”. La historia, los estratos de tierra, los fantasmas, los muertos en vida, los de abajo… Ninguna corrupción es mágica. La pobreza engendra debilidad y una forma de violencia que no se encamina en una dirección transformadora. En Los niños muertos Parra es un escritor sensible, certero y valiente.

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