• Apus de los Cuatro Suyus. Construcción del mundo en los ciclos mitológicos de las deidades montaña

    358 páginas | Tapa blanda | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    A partir de la mitología sobre dioses montaña regionales, Rodolfo Sánchez ofrece un acercamiento a la cosmovisión e ideas mágico religiosas que rigen la vida del hombre andino, expresando su manera de comprender la naturaleza y el medio social en que se desenvuelve.

  • Cartas de un joven escritor

    168 páginas | Tapa blanda | Formato: 16 x 21 cm.
    Año de publicación: 2009

     

    Se trata de 67 textos hasta ahora inéditos -63 cartas, un poema y tres telegramas intercambiados con el crítico argentino Julio Payró- que se adentran en el corazón y la mente de un escritor de culto como lo es Juan Carlos Onetti, revelando facetas inéditas de su personalidad, como la gran influencia que tuvo en su escritura la lectura de la crítica de pintura más que la literaria; una actitud bastante “afrancesada” que no corresponde a lo que solemos encontrar sobre el escritor, etc. Es, en suma, un libro de un valor invaluable para todos aquellos que se han sumergido en la llamada “Literatura Latinoamericana”, no por nada Carlos Fuentes y Vargas Llosa le consideran el iniciador de la novela contemporánea latinoamericana.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

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