• El nombre del Perú

    90 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20 cm.

     

    El nombre del Perú (1951) realiza un recuento de las diferentes versiones que existen sobre el origen del nombre de nuestro país. Porras sostiene que el nombre del Perú proviene de una deformación del nombre del cacique del Birú, cuyos reducidos dominios se hallaban en la costa del Darién en la frontera entre las actuales Panamá y Colombia. Hasta ahí llegaron los conquistadores en su primer viaje y al que los soldados y aventureros de Panamá decidieron llamar Perú. Así, el nombre del Perú habría surgido de la deformación castellana de un vocablo indígena. En sus conclusiones, el historiador señala: el nombre del Perú fue desconocido para los Incas. Fue impuesto por los conquistadores españoles y rechazado por los indios del Perú, que se negaban a usarlo, según el testimonio de Valera, Acosta y Garcilaso.

  • Érase dos veces

    Ilustrador: Miguel Ortiz
    50 páginas | Tapa dura | Formato: 22 x 22 cm.
    Edad sugerida: +8 años

     

    Los dibujantes, por regla, leen los cuentos antes de ilustrarlos. En esta ocasión ocurrió al revés: el escritor desafió al dibujante: «Dibuja escenas sorprendentes y ambiguas, que sean complicadas de narrar». José Miguel Vásquez propone dos historias totalmente distintas para cada ilustración e invita a sus lectores a continuar el ejercicio de imaginación de manera inversa a la convencional. Érase dos veces se despliega como un díptico narrativo en el que la imagen es la fuente de varios mundos, sugiriendo un proceso creativo que nos abre el imaginario a sus múltiples posibilidades.

     

    Entre escenario y escenario, el lector descubrirá al gonzorruelo escarlata, el perro Dico, la abuela que levita y las ratas Katz y Platz, entre otros. Lector asiduo de cuentos ilustrados desde la infancia, admirador de los relatos cortos de Juan Rulfo y Augusto Monterroso, de la poesía de Oquendo de Amat e inspirado por la artista plástica Rosario Nuñez de Patrucco, José Miguel Vásquez crea personajes con inteligente ternura, y sus aventuras llenas de humor están concebidas para estimular la imaginación no solo de los niños sino también de los adultos.

  • La maestra rural

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Dicen que Angélica Gólik estaba loca. Todo el barrio lo sabía, podía sentirse en la piel, daba miedo verla. Fue maestra de una escuela rural en el pueblo de San Ignacio, provincia de Córdoba, hasta que se descubrieron las incoherencias que enseñaba a los niños. Vivía con su hijo Jeremías, un niño extraño. Un día desaparecieron, dejaron la casa tal como estaba, la ropa colgada, los libros en su lugar. Con el tiempo las plantas se secaron y el sitio se llenó de escombros. También dicen que era poeta, y que su poesía era la más hermosa alguna vez escrita. Esa escritura está en el centro de esta trama y de algo que la excede, una fuerza desconocida, un genio sublime y monstruoso. A través de testimonios de los habitantes del pueblo, esta novela construye un relato plural y paranoico, un policial de provincia, sin detectives, que arma las piezas de un puzzle de horror. Una historia en que el misterio, las realidades paralelas y los eventos sobrenaturales aparecen en inesperados instantes cotidianos. Una novela donde el terror y las conspiraciones atraviesan el peronismo, la dictadura y la guerra de las Malvinas.
     

    Luciano Lamberti, considerado entre los mejores cuentistas de su generación y una de las voces más originales de la literatura argentina contemporánea, nos ofrece una pieza ineludible de la literatura fantástica. Con humor descollante y en apariencia sencillo, La maestra rural, su primera novela, se lee en la tradición narrativa de Horacio Quiroga y Esteban Echeverría, y también en las rupturas e invenciones de Samantha Schweblin, Santiago Craig o Mariana Enriquez.

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