• En lo profundo de un oído. Una estética de la escucha

    Autor/a:Peter Szendy

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    En lo profundo de un oído es una colección de ensayos que interrogan un hábito sostenido por el pensamiento: desoír sus propios trayectos y ritmos, hacer oídos sordos de la multiplicidad de voces que lo percuten. Leer, pensar y escuchar sería atender a los rincones inesperados de un laberinto que abre muchas preguntas, no solo para la filosofía sino también para la música, el cine o el teatro. Estos textos habitan entonces los espacios intersticiales y contaminados donde se distribuyen la imagen y el sonido, y donde la relación entre los sentidos es el resultado del desfase de toda imagen y de todo sonido. La profundidad de este oído no sería solo la de un pretendido ‘giro auditivo’; sería un intensificar la escucha, una que nunca está segura de sí cuando profundiza y escarba su trayecto.

  • Ha llegado carta

    28 páginas | Tapa dura | Formato: 21 x 21 cm.
    Empaticemos con el tartamudeo
    Año de publicación: 2024

     

    Al zorro Rorro se le traban las palabras al hablar. ¿Cómo se sentirá cuando otros lo apuran o completan las oraciones por él? El destino le presentará a Pedro, un pequeño puercoespín, quien lo apoyará para que se empodere y no tenga miedo de expresar sus pensamientos, ideas y opiniones. Este libro te deslumbrará con sus rimas e ilustraciones en acuarela.
     
    “Con gran esfuerzo y apoyo logro salir de mi bloqueo y decir con más confianza que yo TAR-TA-MU-DE-O”.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

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