• El nombre del Perú

    90 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20 cm.

     

    El nombre del Perú (1951) realiza un recuento de las diferentes versiones que existen sobre el origen del nombre de nuestro país. Porras sostiene que el nombre del Perú proviene de una deformación del nombre del cacique del Birú, cuyos reducidos dominios se hallaban en la costa del Darién en la frontera entre las actuales Panamá y Colombia. Hasta ahí llegaron los conquistadores en su primer viaje y al que los soldados y aventureros de Panamá decidieron llamar Perú. Así, el nombre del Perú habría surgido de la deformación castellana de un vocablo indígena. En sus conclusiones, el historiador señala: el nombre del Perú fue desconocido para los Incas. Fue impuesto por los conquistadores españoles y rechazado por los indios del Perú, que se negaban a usarlo, según el testimonio de Valera, Acosta y Garcilaso.

  • Vino y literatura

    172 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Vino y literatura es una selección de siete ensayos que ponen sobre la mesa el histórico vínculo entre el vino y los escritores, entre el beber y el narrar, en un tono divertido y crítico, con cuantiosas referencias históricas y culturales. Un libro para amantes de la gastronomía y la literatura, para especialistas en enología, cultura del vino y los maridajes impertinentes, que nos hace viajar por la Grecia clásica con la Ilíada y la Odisea, donde el vino aparece varias decenas de veces en contextos distintos y cumpliendo una interesante serie de funciones, tanto sociales como rituales. Setecientos años más tarde, en París, Baudelaire escribe su serie de poemas al vino con los que lo convertirá en uno de los motivos centrales de las temáticas romántica y simbolista.
     
    De la tradición hispánica nos habla otro de los autores, quien traza una trayectoria vitipoética a lo largo de la extensa tradición de España en ese ámbito, país mediterráneo y país católico. Richard Gwyn nos habla de lo engañosa que resulta la fascinación por la dupla alcohol-literatura, en un breve recorrido por la vida y la obra de autores como Hemingway o Lowry, narrando también sus propios recuerdos infantiles y juveniles. Otra viajera que integra lectura y sensaciones personales entre el vino y la literatura es Garland, quien, en «Anhelo de redención» teje una serie de estampas de juventud, cuando «todo era nuevo», con lecturas que inician con un también muy joven Gilgamesh.
     

    Un libro que le hará viajar y embriagarse de historias, de anécdotas en muy buena compañía.

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