• Beto, el espantapájaros

    42 páginas | Tapa dura | Formato: 23 x 23 cm.
    Ilustrador: Víctor Ynami

     
    Beto es un espantapájaros que fue hecho para un fin, pero él no está dispuesto a tener una vida monótona, porque no le agrada su oficio. Entonces decide ir en contra de su naturaleza, y es ahí, que, gracias a su buena acción, nuestro amable espantapájaros consigue un corazón. En el transcurso de su corta vida hará buenos amigos y apreciará cada momento al lado de ellos, porque sabe que el tiempo vuela y en cualquier instante todo puede acabar.
     
    Comprenderá el valor de la vida y la apreciará a cada segundo, disfrutará todo aquello que pueda sentir a su alrededor, porque sabe que la vida es un hermoso regalo que se debe atesorar hasta el último instante de nuestra existencia.

  • Cuentos (1986-2014)

    590 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 21 cm.

     
    Samuel Cárdich es un escritor que domina el arte de la narrativa con precisión y elegancia. Sus cuentos se basan en un riguroso trabajo de investigación histórica, que le permite recrear escenarios y personajes verosímiles, pero al mismo tiempo dotados de una dimensión simbólica y poética. Sus textos no se limitan a contar una historia, sino que invitan al lector a participar activamente en la construcción del sentido, a través de sugerencias, ambigüedades y finales abiertos. Sus ficciones literarias no son meras reproducciones de la realidad, sino que son reflexiones críticas sobre los problemas sociales, las contradicciones humanas y las incertidumbres existenciales que atraviesan su país y su época.

  • El nombre del Perú

    90 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20 cm.

     

    El nombre del Perú (1951) realiza un recuento de las diferentes versiones que existen sobre el origen del nombre de nuestro país. Porras sostiene que el nombre del Perú proviene de una deformación del nombre del cacique del Birú, cuyos reducidos dominios se hallaban en la costa del Darién en la frontera entre las actuales Panamá y Colombia. Hasta ahí llegaron los conquistadores en su primer viaje y al que los soldados y aventureros de Panamá decidieron llamar Perú. Así, el nombre del Perú habría surgido de la deformación castellana de un vocablo indígena. En sus conclusiones, el historiador señala: el nombre del Perú fue desconocido para los Incas. Fue impuesto por los conquistadores españoles y rechazado por los indios del Perú, que se negaban a usarlo, según el testimonio de Valera, Acosta y Garcilaso.

  • La conquista discográfica de América Latina (1903-1926)

    312 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    A principios del siglo XX la Victor Talking Machine Company lideraba la industria discográfica en los Estados Unidos, pero para que los fonógrafos que fabricaban fueran un producto comercialmente atractivo, necesitaban de una amplia y variada oferta de discos, con músicas y sonidos de todas partes del mundo. Es por eso que, así como otras empresas extraían recursos naturales, las discográficas salieron a la conquista de recursos culturales. Este libro relata la trama de las más de veinte expediciones de grabación fonográfica que los scouts de la Victor realizaron por América Latina y el Caribe entre 1903 y 1926.
     

    En una investigación minuciosa y exhaustiva, Sergio Ospina Romero nos lleva por un recorrido a través de asuntos como imperialismo, improvisación, fonografía, transculturación, colonialismo, capitalismo, modernidad, cosmopolitismo, deseo e, incluso, chistes intraducibles. Además de estudiar las implicaciones sociales, políticas, económicas y culturales de la invención del fonógrafo, muestra cómo la tecnología de la grabación sonora dio lugar a un negocio sin precedentes y cómo la música y el sonido grabado han forjado nuestras identidades culturales, a la vez que nos recuerda que tanto la industria del entretenimiento como la globalización son fruto de procesos históricos de muy larga data.

  • Poesía reunida

    365 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 21 cm.

     
    Samuel Cárdich instaura una poesía donde amalgama de manera notable el contenido y la expresión, que en su canto se vuelven una y la misma cosa –vale decir la belleza–, en un despliegue de excelsitud rítmico-musical y de luz pocas veces visto en la poesía peruana última.

Menú principal