• La maestra rural

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Dicen que Angélica Gólik estaba loca. Todo el barrio lo sabía, podía sentirse en la piel, daba miedo verla. Fue maestra de una escuela rural en el pueblo de San Ignacio, provincia de Córdoba, hasta que se descubrieron las incoherencias que enseñaba a los niños. Vivía con su hijo Jeremías, un niño extraño. Un día desaparecieron, dejaron la casa tal como estaba, la ropa colgada, los libros en su lugar. Con el tiempo las plantas se secaron y el sitio se llenó de escombros. También dicen que era poeta, y que su poesía era la más hermosa alguna vez escrita. Esa escritura está en el centro de esta trama y de algo que la excede, una fuerza desconocida, un genio sublime y monstruoso. A través de testimonios de los habitantes del pueblo, esta novela construye un relato plural y paranoico, un policial de provincia, sin detectives, que arma las piezas de un puzzle de horror. Una historia en que el misterio, las realidades paralelas y los eventos sobrenaturales aparecen en inesperados instantes cotidianos. Una novela donde el terror y las conspiraciones atraviesan el peronismo, la dictadura y la guerra de las Malvinas.
     

    Luciano Lamberti, considerado entre los mejores cuentistas de su generación y una de las voces más originales de la literatura argentina contemporánea, nos ofrece una pieza ineludible de la literatura fantástica. Con humor descollante y en apariencia sencillo, La maestra rural, su primera novela, se lee en la tradición narrativa de Horacio Quiroga y Esteban Echeverría, y también en las rupturas e invenciones de Samantha Schweblin, Santiago Craig o Mariana Enriquez.

  • Un rumor entre los árboles. Poemas sobre naturaleza y pájaros

    92 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1840, Emily Dickinson ingresó a la prestigiosa Academia de Amherst, sólo dos años después de que se aceptaran a mujeres. Allí, durante siete años estudió literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín, y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. En una clase de botánica, Emily quedó tan fascinada que empezó a elaborar su propio herbario, en el que acumuló cientos de plantas y flores prensadas, acompañadas de sus respectivos nombres en latín. Así nacerán los poemas contenidos en este volumen, en los que Dickinson se vincula, en su praxis cotidiana de la palabra, no sólo con una amplia variedad de especies vegetales, sino también con los pájaros, pues una importante fracción de su poesía, de una modernidad alejada de sus contemporáneos, está dedicada a la reflexión y contemplación de su entorno natural. «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía», dirá Dickinson, afirmación que, sin duda alguna, define la experiencia que es su poesía. Estas páginas son destellos sutiles de una amante de la naturaleza, en comunicación con la tierra como alimento diario, su palabra llega hasta nosotros como flechas lanzadas hacia nuestro presente y futuro.

  • Ya viene la fuerza. Los Prisioneros 1980-1986

    396 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En agosto de 1982, un grupo de alumnos de Cuarto Medio del Liceo 6 de San Miguel debutó en los escenarios con un puñado de canciones propias y sorprendió a todos los presentes. Incluso antes que Jorge, Claudio y Miguel dieran vida a Los Prisioneros, se las arreglaron para llamar la atención de su entorno y, tras esa primera presentación, no hubo vuelta atrás. Ya viene la fuerza es la investigación más exhaustiva sobre los inicios del trío. Basada en más de ciento sesenta entrevistas a testigos directos de su evolución, grabaciones inéditas y documentos desconocidos, esta obra ofrece nueva información e imágenes nunca antes vistas de la trayectoria del grupo. Y son los mismos Prisioneros quienes completan la historia con su testimonio, recogido en extenso en las páginas de este libro.
     

    Como toda formación que marca época, González, Narea y Tapia necesitaron un álbum para masificar su música y discurso en el Chile de Pinochet. Este fue La voz de los 80. Rastrear en los antecedentes, detalles de producción y efectos del disco, como también de su sucesor, Pateando piedras —vale decir, entre los años 1980-1986—, nos permite un acercamiento pormenorizado a uno de los fenómenos musicales de mayor relevancia ocurridos en Latinoamérica.
     

    Esta crónica ingresa en los hogares de infancia del conjunto, en las habitaciones donde crearon sus primeras canciones —bajo el nombre Pseudopillos en el principio y como Los Vinchukas después—, en la sala del liceo en que presentaron una ópera rock, en los escenarios mal amplificados en que impactaron con su actitud pese a las limitaciones, en sus laboriosas jornadas de grabación y en los conciertos que dieron de norte a sur donde dejaron una huella imborrable en quienes estuvieron ahí. A cuarenta años del lanzamiento de La voz de los 80, este relato es esencial para comprender el origen de Los Prisioneros como también lo que vendría después.

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