• Baldomero Pestana. Retratos peruanos

    138 páginas | Tapa dura | Formato: 24.5 x 31 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    Grandes figuras de la literatura peruana del siglo XX como José María Arguedas, Ciro Alegría, Martín Adán, Julio Ramón Ribeyro y Sebastián Salazar Bondy, fueron fotografiados en los años 60 en Lima por Baldomero Pestana. Imágenes que no solo son un documento histórico valioso sino obras de arte, retratos dignos de museos.

     

    El libro reúne a 65 de esos importantes personajes en un centenar de fotos que forman una auténtica galería nacional de nuestra cultura. El libro cuenta con un prólogo de Mario Vargas Llosa, uno de los personajes fotografiados en los años 60.

  • Mosko-Strom. El torbellino de las grandes metrópolis

    316 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Rosa Arciniega es parte relevante de la vanguardia literaria iberoamericana del siglo XX. Revolucionaria, aventurera y divergente, cultivo un prolífico corpus narrativo donde destaca Mosko-Strom (1933), una novela distópica de la modernidad. En ella asistimos a la historia de un desencantamiento: el de Max Walker, el protagonista —un apóstol de la religión del progreso, arquetipo del hombre moderno—, quien enfrentando con el curso trágico de la vida, descubre los ominosos dobleces de la fantasía civilizadora occidental.
     
    Comparada con “Un mundo feliz” por su agudo retrato de la modernolatría, Mosko-Strom interpela a los lectores del siglo XXI sobre los peligros del «progreso» en un mundo condicionado por la tecnología. Y, como el clásico de Huxley mantiene su vigencia en estos días.

  • Un rumor entre los árboles. Poemas sobre naturaleza y pájaros

    92 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1840, Emily Dickinson ingresó a la prestigiosa Academia de Amherst, sólo dos años después de que se aceptaran a mujeres. Allí, durante siete años estudió literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín, y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. En una clase de botánica, Emily quedó tan fascinada que empezó a elaborar su propio herbario, en el que acumuló cientos de plantas y flores prensadas, acompañadas de sus respectivos nombres en latín. Así nacerán los poemas contenidos en este volumen, en los que Dickinson se vincula, en su praxis cotidiana de la palabra, no sólo con una amplia variedad de especies vegetales, sino también con los pájaros, pues una importante fracción de su poesía, de una modernidad alejada de sus contemporáneos, está dedicada a la reflexión y contemplación de su entorno natural. «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía», dirá Dickinson, afirmación que, sin duda alguna, define la experiencia que es su poesía. Estas páginas son destellos sutiles de una amante de la naturaleza, en comunicación con la tierra como alimento diario, su palabra llega hasta nosotros como flechas lanzadas hacia nuestro presente y futuro.

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