• Érase dos veces

    Ilustrador: Miguel Ortiz
    50 páginas | Tapa dura | Formato: 22 x 22 cm.
    Edad sugerida: +8 años

     

    Los dibujantes, por regla, leen los cuentos antes de ilustrarlos. En esta ocasión ocurrió al revés: el escritor desafió al dibujante: «Dibuja escenas sorprendentes y ambiguas, que sean complicadas de narrar». José Miguel Vásquez propone dos historias totalmente distintas para cada ilustración e invita a sus lectores a continuar el ejercicio de imaginación de manera inversa a la convencional. Érase dos veces se despliega como un díptico narrativo en el que la imagen es la fuente de varios mundos, sugiriendo un proceso creativo que nos abre el imaginario a sus múltiples posibilidades.

     

    Entre escenario y escenario, el lector descubrirá al gonzorruelo escarlata, el perro Dico, la abuela que levita y las ratas Katz y Platz, entre otros. Lector asiduo de cuentos ilustrados desde la infancia, admirador de los relatos cortos de Juan Rulfo y Augusto Monterroso, de la poesía de Oquendo de Amat e inspirado por la artista plástica Rosario Nuñez de Patrucco, José Miguel Vásquez crea personajes con inteligente ternura, y sus aventuras llenas de humor están concebidas para estimular la imaginación no solo de los niños sino también de los adultos.

  • Republicanos Andinos

    Autor/a:Mark Thurner

    286 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 21 cm.
    Año de publicación: 2006

     

    El autor se refiere a un sujeto político colonial constituido en la reinscripción de formaciones políticas andinas dentro de la monarquía española y luego reconstituido en los espacios interculturales del estado republicano. Dando un giro lingüístico y postcolonial a la historia andina, Thurner ofrece una nueva lectura de la historia republicana peruana a partir de las palabras y las acciones de los indios del Callejón de Huaylas. En ese sentido, Atusparia ya no aparece como el “Amauta” heroico de los indigenistas sino como un “alcalde republicano o varayoc; y, por su lado, Cáceres ya no es más tun Inca” mesiánico sino “el Gran Republicano”. Para el autor, la historia de los republicanos andinos no se reduce o a “la promesa” nacional del “país profundo” ni al proto-nacionalismo” campesinista y popular. Se trata, más bien, de una ambigua apertura postcolonial hacia pasados y futuros políticos que siempre van mas allá de lo nacional.

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