• Finnegans Wake: una lectura anotada de cuatro capítulos

    Autor/a:James Joyce

    484 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.

     

    En Finnegans Wake asistimos al desdoblamiento del lenguaje en general: no de una sola lengua nativa, sino de los varios idiomas a los que Joyce tenía acceso, desde dialectos sudamericanos hasta léxicos alusivos al Extremo Oriente, en un discurso polisémico que fluye principalmente en voces del Atlántico, el Mediterráneo y el Mar del Norte. Al apropiarse de la palabra, se adueña del mundo y de su historia, en una recreación de la literatura universal que pasa a través de sus fuentes más obvias: la Biblia, Shakespeare, Blake, Yeats, Wilde, Sterne, Swift, Twain; las teorías de Giambattista Vico, Giordano Bruno y otros pensadores; estudios sobre las religiones del mundo, anales, mitologías, óperas, tonadas infantiles, canciones antiguas y un extenso etcétera que pretende no dejar fuera ningún referente cultural del devenir humano, según el punto de vista de este europeo de entreguerras.

  • Los niños muertos

    192 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    La exigencia política e histórica de Parra camina en paralelo a su exigencia literaria. La cita con la que se abre el libro está sacada de las “Memorias del subsuelo” de Dostoievski: “Somos criaturas muertas al nacer y hace tiempo que nacemos de padres no vivos”. La historia, los estratos de tierra, los fantasmas, los muertos en vida, los de abajo… Ninguna corrupción es mágica. La pobreza engendra debilidad y una forma de violencia que no se encamina en una dirección transformadora. En Los niños muertos Parra es un escritor sensible, certero y valiente.

  • Señales de nosotros

    Autor/a:Lina Meruane

    69 páginas | Tapa blanda | Formato: 13 x 19 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Una joven se educa en un colegio inglés que recalca sus principios: sin esfuerzo y sin dolor no hay recompensa. La joven se esmera por ser una alumna ejemplar, por merecer estar en esa costosa institución. Afuera, la Junta Militar tortura cuerpos, exilia personas, incinera cadáveres a la vez que intenta ocultar la violencia económica y política en perpetua cadena nacional. Adentro, el colegio procura que nadie sepa nada. Que nadie se entere pese a las señales que caen alrededor como la lluvia, «flotando momentáneamente en el agua hasta hundirse en círculos concéntricos». Meruane se pregunta ¿Será cierto se «que éramos completamente incapaces de leer esas señales, que no preguntábamos ni entendíamos nada, que aceptábamos todo, que éramos inocentes?».
     
    En Señales de nosotros, acaso su libro más lúcido y urgente, la autora repiensa el silencio y las mentiras en los que creció toda una generación, y las fisuras que permitieron la inexorable revelación del horror. Una poderosa meditación sobre un Chile del pasado que es el Chile del presente.

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