• Doce pasos hacia mí

    80 páginas | Tapa blanda | Formato: 12 x 16 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    “Sofía, no te vayas a convertir en alcohólica”, le dice su padre cuando ella está por dejar Argentina para mudarse a Barcelona. Esa frase se convertirá en una profecía personal. Sofía se instala en España para trabajar en una librería y se incorpora al circuito nocturno de una ciudad que no duerme: fiestas, amigos, un novio cómplice; noches regadas de cerveza, como un espiral que consume litros de alcohol y amenaza con tragársela a ella. En la tradición de los libros híbridos, mezcla ensayo con narración y se apoya en la lectura de escritores y escritoras que caminaron lo que María Moreno llama “la pasarela del alcohol”. Con una prosa cercana, este libro es una ventana a una experiencia personal y abre la pregunta de cómo nacen y cómo se tramitan ciertos fantasmas que nos acompañan toda la vida.

  • El Spleen de París

    148 páginas | Tapa blanda | Formato: 11 x 17 cm.
    Año de publicación: 2019

     

    El Spleen de París es una obra maestra, un libro que, además de gozar de una actualidad y una influencia abrumadora, es considerado ya un clásico de la literatura universal. Charles Baudelaire, el primero de los llamados poetas malditos, debido a su vida llena de excesos y a la particular concepción de la moral que se encuentra en sus poemas, nació en París en 1821. Su padre murió cuando él tenía seis años y siempre odió a su padrastro, quien nunca aprobó su estilo de vida bohemio y al que culpaba del alejamiento de su madre. Fue poeta, crítico de arte y traductor. Para Barbey d’Aurevilly, periodista francés, era el Dante de una época decadente.

  • Los niños muertos

    192 páginas | Tapa blanda | Formato: 13.5 x 20.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    La exigencia política e histórica de Parra camina en paralelo a su exigencia literaria. La cita con la que se abre el libro está sacada de las “Memorias del subsuelo” de Dostoievski: “Somos criaturas muertas al nacer y hace tiempo que nacemos de padres no vivos”. La historia, los estratos de tierra, los fantasmas, los muertos en vida, los de abajo… Ninguna corrupción es mágica. La pobreza engendra debilidad y una forma de violencia que no se encamina en una dirección transformadora. En Los niños muertos Parra es un escritor sensible, certero y valiente.

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