• Diario estúpido

    268 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 26 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    En 1966, Cecilia Vicuña, de dieciocho años, se obligó a escribir a máquina al menos una hoja al día, como un ejercicio “estúpido” para que salieran libremente, de manera casi inconsciente, sus intuiciones sobre la creación, la espiritualidad, el sexo o la política. “De pronto una fuerza invisible, como un aire caliente me despertó, agarrándome de la nuca, como las leonas agarran a sus cachorros. Me puso al borde de la cama y empezó a dictar. Había una Underwood al lado mío, y empecé a tipear”, recuerda. Durante cinco años se impuso esta tarea, hasta 1971, momento en que llevaba más de 1700 páginas, de las cuales este libro presenta una selección. Además de mostrar el espíritu de una época, dan cuenta de su formación como artista y las intuiciones de las que arranca su larga obra. De la pintura a las performances, del cine a la poesía, su trabajo ha calado en la sensibilidad contemporánea más allá de las fronteras nacionales, aplaudido por su celebración de lo precario y por construir una iconografía propia que une lo popular con lo ancestral, para hundir sus raíces en estos escritos tempranos, llenos de vitalidad y apertura hacia el mundo.

  • El lugar de la violencia. La ética literaria de Kafka

    Autor/a:Joseph Vogl

    Traductor (del alemán): Niklas Bornhauser
    326 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    Bajo el rótulo de «inquietud de desciframiento», El lugar de la violencia horada líneas de campo, desvíos y callejones sin salida de la literatura de Kafka, ahí donde el orden estriba en la inseguridad en el uso de los signos y penetra el campo de fuerzas entre el poder y el símbolo. La escenificación de la violencia aparece no como mera reproducción de formas de dominación, sino como médium del sufrimiento donde las heridas proporcionan un lenguaje y articulan vínculos entre soberanía y sometimiento, exceso y prohibición, tabú y transgresión. Así la imagen de la violencia es un encuentro entre formas de saber, poder, formación de símbolos y juicios morales, desde la cual surge la génesis de la imagen literaria y los conflictos paradigmáticos en torno a las formas de dominación y técnicas de castigo. Asimismo, surge un programa en que la literatura de Kafka se legitima y reacciona al carácter coercitivo de la realidad por medio de la puesta en escena de las palabras que se direcciona a su ilegibilidad; un desequilibrio que para Vogl, termina por ser condición previa de una ética literaria.

  • Mi culo es mío. Mujeres que bailan como se les canta

    160 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Si históricamente en los bailes populares censurados las protagonistas eran las caderas, más recientemente el foco de interés se fue desplazando al movimiento y sacudimiento glúteo. Y el trasero, la cola, el culo –las partes bajas del cuerpo en el léxico bajtiniano de lo popular– se fue imponiendo como un signo cultural y político en disputa, atravesado por miradas, debates y experiencias. Modos de bailar de alta densidad erótica como el perreo y el twerking y músicas como la cumbia, el reggaetón, el trap o el electro pop son vistas por muchos como sexistas y degradantes para las mujeres. Sin embargo, en estos años también ganaron visibilidad y aceptación otras miradas impulsadas por artistas que reivindican estas prácticas como formas de reapropiación del goce y la autonomía de los cuerpos. El baile fue tomado por los discursos feministas como un recurso para reivindicar la soberanía sexual, generando un acercamiento novedoso entre las reivindicaciones políticas de género y la exhibición erótica de las mujeres en el ámbito musical.
     

    Este libro propone un recorrido por las músicas panlatinas de origen popular y ascenso masivo y su sincronización con el movimiento Ni Una Menos y las luchas por los derechos de género, desde una perspectiva de crítica cultural feminista. “Mi culo es mío” parafrasea la consigna de los años sesenta Mi cuerpo es mío, que en la lucha contra la violencia machistay por el derecho al aborto legal cobró vigencia nuevamente, resituando discusiones y posiciones del feminismo respecto a la libertad sexual pública expresada en y con la música.

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