Metales Pesados es una editorial chilena que cubre diversos temas al rededor de la estética, la filosofía y las ciencias sociales: arte, fotografía, cine, danza, política, literatura, música, entre otros.

  • La ética del cuidado

    Traductora (del francés): Natalia Calderón
    120 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    A partir de la premisa de que el cuidado es un modo de respuesta ante el desmantelamiento de lo público y lo social, Fabienne Brugère reivindica desde una perspectiva feminista la labor que históricamente han tenido las mujeres y reformula ese quehacer más allá del determinismo histórico que acusa las profundas desigualdades entre hombres y mujeres.
     
    La rehabilitación del cuidado en la sociedad, a diferencia de la moral y su carácter universalista, supone el reconocimiento de que las personas se necesitan recíprocamente. El ideal de autonomía, desde la perspectiva de Brugère, solo es posible gracias a quienes otorgan cuidado en la medida en que este último es la clave del buen vivir. Así, el maternaje, lejos de ser un hecho biológico, es una función que supone la revisión de cómo nos relacionamos y cuáles son nuestras responsabilidades.

  • Vida animal. Figuraciones no humanas en el cine, la literatura y la fotografía

    184 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    En base a la hipótesis de que a partir de cierto momento histórico lo animal fue entendido como lo otro de lo humano, Vida animal se propone desdecirlo, y para ello despliega imágenes y relatos en los que lo animal y lo humano se pegotean hasta volverse indistinguibles. Se va tejiendo de este modo una “zoopoética” por la que se pasean cineastas, fotógrafos y escritores, pero también pensadores de diversas tradiciones y épocas, contradiciendo no solo las fronteras entre especies sino también entre diversas geografías, prácticas culturales y artísticas. Un libro erudito, preciso y necesario pero a la vez refrescante, que se lee como si miráramos una película y que, a medida que nos va llevando a pensar lo humano fuera de los límites del humanismo, va estirando también las posibilidades de lectura a las que nos lleva lo animal, para pasar a entenderlo como dispositivo estético. Lo animal se vuelve un espectro, un reflejo extrañado de nosotros mismos y, por lo tanto también, una apertura hacia otras formas de construir familia y comunidad en las que se pueda alojar ese trozo bestial que también nos pertenece.

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