¡Punk! Las Américas
S/ 65.00
Editores: Olga Rodríguez-Ulloa, Rodrigo Quijano y Shane Greene
Traductor: Julio Durán
470 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 20 cm.
Año de publicación: 2024
¿Qué es lo que viene a la mente cuando escuchamos o leemos la palabra «punk»? Una casaca jean con parches, un mohicano puntiagudo, pantalones rasgados, un coro de voces rabiosas gritando en inglés, guitarras rugientes y el pogo. ¡Punk! Las Américas nos habla de otro punk: el achorado, el caleta, que no puede explicarse con el discurso académico al que nos tiene acostumbrados la antropología hegemónica. En este conjunto, inmigrantes, cholos, chicanos, afrolatinos, boricuas, mapuches, colochos, argentos, mexicanos, peruchos, brazucas e indígenas del norte se encuentran en un recorrido que comienza en Alaska y pasa por Los Ángeles, Nueva York, La Habana, Ciudad de México, São Paulo, Medellín, Lima, Buenos Aires, la Patagonia y otros lugares de las Américas. El equipo de personajes reseñados e interlocutores lo cierran músicos, feministas, fotógrafos, fanzineros, tatuadores veganos, estilistas, escritores, gestores y queers de la movida subte.
Cuestionando el punk canónico —gringo, masculino y blanco—, este libro marca una pauta para el análisis histórico, social y antropológico del género, demostrando que ni el tipo anglosajón con la remera de Sex Pistols ni el académico que se mira el ombligo pueden enseñar a los habitantes de las Américas lo que ya experimentan día a día. Frente a ello, Olga Rodríguez-Ulloa, Rodrigo Quijano y Shane Greene, compiladores de este volumen, apelan a la teoría de la heterogeneidad radical para, desde ese enfoque, yuxtaponer perspectivas punk académicas, experienciales y estéticas. El resultado es un libro poliédrico: académico, pero con calle; analítico, pero sin dejar de lado la pasión.
Sobre el autor
Sebastián Salazar Bondy (Lima, 1924-1965)
Escribió narrativa, poesía, ensayo y teatro, a la par que se desempeñó como periodista en medios como La Prensa. Obtuvo el Premio Nacional de Teatro en 1947 y 1951, y fue secretario general de la Asociación Nacional de Escritores y Artistas del Perú. Su obra es extensa e incluye títulos como «Voz desde la vigilia» (1943), «Cuaderno de la persona oscura» (1946), «La poesía contemporánea del Perú» (en colaboración con Javier Sologuren y J. E. Eielson, 1946), «Amor, gran laberinto» (1947), «Náufragos y sobrevivientes» (1954), «No hay isla feliz» (1954), «Algo que quiere morir» (1957), «Pobre gente de París» (1958) y «Lima la horrible» (1964).
Reseñas
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