• Cometierra

    176 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 22 cm.
    Año de publicación: 2019 (edición 22: 2025)

     

    Dice Cometierra:«Me acosté en el suelo, sin abrir los ojos. Había aprendido que de esa oscuridad nacían formas. Traté de verlas y de no pensar en nada más, ni siquiera en el dolor que me llegaba desde la panza. Nada, salvo un brillo que miré con toda atención hasta que se transformó en dos ojos negros. Y de a poco, como si la hubiera fabricado la noche, vi la cara de María, los hombros, el pelo que nacía de la oscuridad más profunda que había visto en mi vida».Cuando era chica, Cometierra tragó tierra y supo en una visión que su papá había matado a golpes a su mamá. Esa fue solo la primera de las visiones. Nacer con un don implica una responsabilidad hacia los otros y a Cometierra le tocó uno que hace su vida doblemente difícil, porque vive en un barrio en donde la violencia, el desamparo y la injusticia brotan en cada rincón y porque allí las principales víctimas son las mujeres. En la persecución de la verdad, en el descubrimiento del amor, en el cuidado entre hermanos, Cometierra buscará su propio camino. Dolores Reyes ha escrito una primera novela terrible y luminosa, lírica, dulce y brutal, narrada con una voz que nos conmueve desde la primera página.

    Cometierra

    S/ 59.00
  • Carrera de fondo

    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 12 x 16 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Una noche una mujer logra, por fin, dormir a su bebé de siete meses mientras intenta que su hijo de tres años no se despierte. Entonces el papá de los niños le pide que hablen. Se precipita así una conversación en la que se ponen en jaque los acuerdos de la pareja y el aire queda contaminado. Unos meses después se separan.
     

    Carrera de fondo es el libro en el que la autora abre la caja negra de una separación para recoger los pedazos que quedaron desparramados. Nadine Lifschitz escribió un libro eléctrico y contemporáneo, que no le tiene miedo a nada y que convierte en una comedia negra lo que podría ser un drama. Y lo hace, precisamente, con una escritura de fragmentos: listas, punteos, decálogos, que van narrando los hechos, pero también retratando una personalidad.

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