• El signo de los tiempos

    164 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    En el hambre de la posguerra un grupo de personas consigue un animal para comer, pero nadie sabe cómo matarlo y qué hacer después. La gente dice que Osaka no tiene muchos árboles, pero Odasaku los ve, siente el viento que corre entre sus ramas. Lo imprevisible de las relaciones humanas, esos ligeros giros que las dibujan. La belleza de cada una de estas situaciones. La belleza inseparable de su otro lado, el triste. Las historias de Oda son de una tristeza tan profunda que no necesita ser dicha. Sus libros fueron prohibidos por el gobierno japonés de la ocupación, de la derrota y el reacomodamiento.
     

    Un Japón tradicionalmente no afecto a los cambios instantáneos sino a los procesos más parecidos a una decantación, ahora ocupado por los americanos triunfantes, su cultura, sus valores urgentes. Oda no tiene un rumbo y así deambula, encontrando, diría Cortázar, sin buscar. Buscando el suyo, Oda nos abre un camino. El del buraiha entregado, el del shin gesaku que no entrega sus banderas. Oda está en los márgenes del Japón de su tiempo, en el borde. Y los bordes son, también, parte de las cosas.

  • Una sola muerte numerosa

    182 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    Una sola muerte numerosa es una indagación en la memoria del trauma colectivo provocado por la metodología de la desaparición forzada de personas, y es una respuesta única y original al problema de cómo narrar lo indecible. Nora Strejilevich recurre a una forma fragmentaria y poética, como si el texto lo guiase la memoria afectiva, de modo que vincula escenas disímiles que se vinculan por una lógica de asociación poética, añadiendo también a su voz las voces de otros, incluso la de los perpetradores, de modo que se evoca esa época a la manera de un coro que suena y resuena a lo largo del texto.
     
    Si bien se narran el encierro, la tortura, la liberación, el exilio y los constantes retornos de la protagonista-autora, la trama va enhebrando, en un lenguaje lírico, los recuerdos de los días en el centro de detención con los de la infancia junto a su hermano desaparecido y los efectos a largo plazo de esta historia que, a pesar de todo, no se priva de momentos de humor. Sin embargo, el eje no es lo autobiográfico. Es, como dice su título, “Una sola muerte, numerosa”; en la unidad están todas y todos. Es el relato coral, fragmentario, de las memorias orales o escritas que por años hemos conocido, que recuerdan y nos recuerdan esas vidas, esos momentos de cada una de esas vidas, que es también nuestra historia. Historia que, con variaciones, se repite en distintos países y en distintos tiempos. Por ello, hacia el final de la saga, la narradora señala que “Nos reescribimos para sobrevivir”.
     
    Publicado originariamente en Estados Unidos en 1996, recibió el Premio Nacional Letras de Oro a la mejor novela latina. Galardón merecido ante lo narrado. Posteriormente publicado en Argentina en 2006.

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