• Ritos privados

    288 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 22 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    Llueve tanto hace años que el mundo cambió de forma. Tres hermanas distanciadas acaban de perder a su padre, un arquitecto ilustre que inventó una nueva manera de construir, adaptada al colapso ambiental. Las tres mujeres reaccionan de un modo distinto a la muerte del padre. Ninguna tenía una buena relación con él y el frágil vínculo entre ellas está al límite.
     

    Entre secretos y tormentas emocionales, cada una enfrentará su propio derrumbe. Mientras tanto, crece la sospecha de que algo más oscuro –más antiguo y terrorífico– está en juego: algo que vivieron pero que casi no recuerdan. Esta novela, que reinterpreta en clave siniestra y desde una mirada queer El rey Lear de Shakespeare, desmenuza con gran intuición psicológica los conflictos entre hermanas mientras imagina, en una ciudad azotada por inundaciones, un fin del mundo que se parece demasiado a la realidad de hoy.
     

    En Ritos privados, Julia Armfield combina con audacia y maestría la novela sentimental con la ciencia ficción y el terror y se confirma como una de las voces más cautivantes de la literatura inglesa.

    Ritos privados

    S/ 79.00
  • Juntando espigas en los campos de Buda

    238 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Lafcadio Hearn (Léucade, 1850-Tokio, 1904) llegó a Japón en una época en la que Occidente sentía fascinación por aquellas lejanas regiones del mundo en donde la enciclopedia y el racionalismo aún no habían hecho mella; ese Japón de las tradiciones –como señala Sardegna en el estudio preliminar–, que recién comenzaba a industrializarse, en el que los periódicos occidentales competían por acercar a sus lectores las crónicas de sus corresponsales. Al igual que Richard Wilhelm en China y Walter Evans-Wentz en Tibet, Lafcadio Hearn se encontró con el budismo, ese universo espiritual expandido por todo el Oriente como un telón de fondo, que cambiaría el sentido y el rumbo de su vida.
     

    Su obra hubiera sido asimilada dentro de la vasta literatura de cronistas, a no ser porque, en esencia, no era la crónica lo que le interesaba sino ese misterio que subyace debajo de lo que nosotros, los occidentales, denominamos cultura. Esa habilidad de percibir lo no evidente –algo tan propio del pensamiento budista–, le permitió ver las manos y el alma del Lejano Oriente tal como, atinadamente, lo advierte el subtítulo de la obra.
     

    Juntando espigas en los campos de Buda reúne un conjunto de relatos en los que puede percibirse el amoroso proceso que llevó a Hearn a asumirse como japonés. Del mismo modo, puede intuirse en cada trazo el deseo de zanjar la distancia que separa la filosofía budista del pensamiento occidental, dura tarea para quien ha descubierto que “todo lo que hemos tomado como sustancia es solo sombra, lo físico es lo irreal y el hombre exterior es el fantasma”.

  • La canción del arrozal

    160 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2019

     

    En un breve relato incluido en La muralla china, Kafka notó que, a riesgo de desmoronarse, el deseo de dejar pasar a través puede transformar a un hombre en puente. Hijo de madre griega y padre irlandés, Lafcadio Hearn abrazó Japón quizá para transformarse en eso mismo. Prueba de ello es La canción del arrozal, una delicada serie de observaciones minúsculas que procuran no solo poner al mágico mundo del Japón tradicional ante la mirada occidental sino también “abrir oídos”.
     

    Acaso el tratado De Anima, de Aristóteles, sea uno de los cimientos teórico-filosóficos sobre los que comenzó a edificarse la primacía óptica-háptica de nuestra sensibilidad occidental. Allí se establece una jerarquía entre los cinco sentidos en la que el tacto (que garantiza la vida animal) y la vista (perfecta en el hombre) asumen una posición central. ¿Cómo suponer una orientación estética similar para ese Japón amante de las sombras tan añorado, por ejemplo, por Tanizaki? [“A la luz del día, qué poco interesante eres, rana”].
     

    Debemos al occidental más crítico de Occidente, Friedrich Nietzsche, un primer llamado de atención respecto de esta tiranía óptica-háptica; que se conjuga de mil maravillas en la Era Digital. No solo rescató la importancia del olfato sino, además, como hace Hearn registrando voces cantantes, el sentido de la audición. Por boca de su profeta Zaratustra (aunque bien podría haber salido de la de la rana kajika o la cigarra higurashi), Nietzsche hizo una advertencia que vale para futuros lectores de este libro lleno de pequeñas melodías: “Cantaré mi canción… y a quien todavía tenga oídos para oír cosas inauditas, a ese voy a abrumarle el corazón con mi felicidad”.

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