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El hombre más triste. Retrato del poeta César Vallejo
264 páginas | Tapa blanda | Formato: 13 x 21 cm.
Edición de Leila Guerriero
Año de publicación: 2021César Vallejo es una leyenda y sobre él se han escrito cientos de libros, ensayos y estudios académicos. Pero en El hombre más triste, Daniel Titinger mira más allá de su leyenda y dibuja el retrato de un hombre genial y complejo, que durante buena parte de su existencia no fue uno de los poetas más grandes de habla hispana sino un desconocido que, después de haber publicado un par de libros en su país sin que nadie le hiciera mucho caso, vivía en París con Georgette, una mujer a quien muchos señalan como manipuladora y tiránica, y se ganaba la vida redactando artículos periodísticos mal pagos mientras escribía poemas que guardaba en un cajón. En un notable trabajo de arqueología periodística que le tomó años, Titinger recorrió las ciudades esenciales en la vida de Vallejo –Santiago de Cucho, Trujillo, Lima, París–, visitó su tumba y su casa natal, diseccionó los enfrentamientos que Georgette tuvo con todos sus biógrafos, siguió pistas a veces infructuosas, habló con familiares lejanos, con especialistas y con fanáticos celosos, dio con un mechón de pelo del poeta guardado por el artista plástico Fernando de Szyslo, encontró a un médico que pudo ser clave para entender los motivos nunca develados de su muerte y, finalmente, se topó con una pieza mayor: un maletín que la viuda de Vallejo le confió, antes de morir, a una vecina y en el que se conservan documentos, fotos, cartas y revelaciones impensadas. Con una prosa de enorme elegancia, ejecutando un equilibrio perfecto entre la tensión dramática y la información rigurosa, Titinger desmonta la leyenda de Vallejo solo para volver a montarla y hacerla más humana, más intensa, más viva.
S/ 79.00 -
La noche. Vivir sin testigo
Traducción del francés
128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
Año de publicación: 2020La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.
S/ 60.00La noche. Vivir sin testigo
S/ 60.00 -
Memorias 1873-1968
Traducción Pablo Fante. Prólogo de Tiziana Panizza
300 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21.5 cm.
Año de publicación: 2021En marzo de 1895, una tela blanca se extiende sobre uno de los muros de la Sociedad de Estímulo de la Industria Nacional en París. La sala está a oscuras y el público expectante. En el extremo opuesto de esa pantalla improvisada, alguien manipula un artefacto similar a una linterna mágica. Aparece la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir y la imagen cobra movimiento: las puertas se abren, decenas de obreros salen caminando, riendo, gesticulando. Es la primera proyección del cinematógrafo y, entre el reducido grupo de asistentes, se encuentra Alice Guy, el eslabón perdido de los orígenes del cine. Al año siguiente dirige la primera película de ficción en la historia, y pronto asume desafíos inéditos de producción, puesta en escena y efectos especiales. Fue la primera mujer a la cabeza de un estudio cinematográfico y la única cineasta conocida públicamente hasta 1906. Filmó cerca de mil películas durante veintiséis años de trayectoria en la naciente industria, pero no fue inscrita en la historia del cine. Muchas de sus realizaciones se extraviaron y gran parte de su producción fue atribuida a sus colegas. Estas «Memorias», prologadas por la cineasta Tiziana Panizza, comienzan con un viaje en barco desde Francia hacia Valparaíso, donde Alice Guy creció rodeada de las lecturas que ofrecían las librerías de su padre. Un recorrido en primera persona por los inicios del cine, una lectura imprescindible hasta ahora inédita en nuestro idioma.
S/ 65.00Memorias 1873-1968
S/ 65.00