• El Spleen de París

    148 páginas | Tapa blanda | Formato: 11 x 17 cm.
    Año de publicación: 2019

     

    El Spleen de París es una obra maestra, un libro que, además de gozar de una actualidad y una influencia abrumadora, es considerado ya un clásico de la literatura universal. Charles Baudelaire, el primero de los llamados poetas malditos, debido a su vida llena de excesos y a la particular concepción de la moral que se encuentra en sus poemas, nació en París en 1821. Su padre murió cuando él tenía seis años y siempre odió a su padrastro, quien nunca aprobó su estilo de vida bohemio y al que culpaba del alejamiento de su madre. Fue poeta, crítico de arte y traductor. Para Barbey d’Aurevilly, periodista francés, era el Dante de una época decadente.

  • Finnegans Wake: una lectura anotada de cuatro capítulos

    Autor/a:James Joyce

    484 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.

     

    En Finnegans Wake asistimos al desdoblamiento del lenguaje en general: no de una sola lengua nativa, sino de los varios idiomas a los que Joyce tenía acceso, desde dialectos sudamericanos hasta léxicos alusivos al Extremo Oriente, en un discurso polisémico que fluye principalmente en voces del Atlántico, el Mediterráneo y el Mar del Norte. Al apropiarse de la palabra, se adueña del mundo y de su historia, en una recreación de la literatura universal que pasa a través de sus fuentes más obvias: la Biblia, Shakespeare, Blake, Yeats, Wilde, Sterne, Swift, Twain; las teorías de Giambattista Vico, Giordano Bruno y otros pensadores; estudios sobre las religiones del mundo, anales, mitologías, óperas, tonadas infantiles, canciones antiguas y un extenso etcétera que pretende no dejar fuera ningún referente cultural del devenir humano, según el punto de vista de este europeo de entreguerras.

  • Un hombre feliz y otros cuentos

    192 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Traductor: Alejandro Ariel González
    Año de publicación: 2022

     

    Esta antología recoge treinta y tres cuentos del maestro universal del cuento. Con la distinción característica que lo define: sobriedad, economía de recursos, lenguaje sencillo y atención al detalle, Antón Chéjov es reconocido por su capacidad de inspirar e inspirarse con el primer argumento que apareciera ante sus ojos, examinarlo desde un ángulo cómico o triste y bosquejar un relato que, a veces solo se materializa en un simple episodio, pequeña escena, una sátira, o más a menudo una broma.
     
    En estas narraciones la risa de Chéjov es, con frecuencia, la manifestación de un temperamento jovial, alegre, puesto que por sí misma es un indicador de ánimo sano y vivaz. Sin embargo, ya en ellas el humor es empleado para revelar los contrastes de la vida o las consecuencias del ambiente social.
     
    Paradójicamente, o no tanto, el humor de Chéjov redime quizás más que los grandes alegatos religiosos y humanistas de su tiempo. La escala humana de sus personajes con sus vicios, manías y defectos, sirve en buena medida para producir el efecto de comicidad, ya que el lector se reconoce en esos enredos y malentendidos cotidianos, en los cuales la fuerza de lo omitido es mayor que la de lo expresado.

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