• Cartas a Mina Loy

    Traducción: Ricardo Echávarri
    78 páginas | Tapa blanda | Formato: 12 x 17.5 cm.

     

    Lo que Arthur le escribe a Mina son las palabras de amor más hermosas que labios humanos hayan pronunciado, son las palabras también de un desesperado (¿un suicida?) que vislumbró que la vida es atroz.

  • Jamaica no existe. En busca del poder del reggae

    176 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    Todo es una gran confusión. Existe un mito jamaiquino mucho más grande y pesado que el país real que ocupa la isla caribeña antiguamente conocida como Xaymaca. Y ese malentendido se lo debemos a la insólita proyección internacional del reggae, que desde los años sesenta consolidó cierta idea fantástica de Jamaica, como una tierra mística, una aldea poblada por irreductibles rastas impulsados por su conocida poción mágica. La influencia del reggae y su imaginario es incalculable: no sólo se escucha música jamaiquina y a su máxima voz, Bob Marley, en todo el planeta, sino que se podría afirmar que el pop global contemporáneo no sería el mismo sin los ecos de esa humilde y rústica, pero imparable, industria discográfica isleña. Desde el rap hasta las raves, y más obviamente el reggaetón, pero también la new wave y el post-punk, la matriz del reggae está en el ADN de mucho de lo que hoy tarareamos y, más todavía, de lo que bailamos. En cualquier idioma.
     

    ¿Cómo logró el reggae prender, con tal alcance e intensidad, en lugares, climas y pueblos que no podrían diferir más de la exótica y sufrida Jamaica? ¿Cuál será su secreto? Este libro busca la respuesta en los discos, en los artistas y también en el territorio, a través de la crónica de viaje, el ensayo pop y las entrevistas exclusivas con nombres clave como Derrick Harriott, Max Romeo, Rico Rodriguez, Errol Dunkley, Cedric Myton, Sparrow Martin, Don Letts y Jools Holland.
     

    Como en la sesión de un DJ en un sound system de Trench Town, Jamaica no existe es una sucesión ecléctica de canciones, subgéneros (calipso, ska, rocksteady, dub), personajes, pasajes históricos, postales y sensaciones, en una alucinante línea de tiempo que une las voces cansinas de los cargadores de bananas en el puerto de Kingston, a principios del siglo XX, con los chicos de dreadlocks y remeras de Marley que patean hoy frustraciones por las barriadas populares de cualquier rincón del mundo.

  • Walter Benjamin: la vida posible

    336 páginas | Tapa blanda | Formato: 10 x 20 cm.
    Año de publicación: 2015

     

    No hay, probablemente no puede haber, punto de discusión: Walter Benjamin (1892-1940) fue un personaje ejemplar e irrepetible del siglo veinte europeo. Alemán judío, crítico literario y filósofo, huyó de la academia y del fascismo para viajar y escribir. Teórico del aura y de la tecnología, burgués unido al proletariado, documentalista de la experiencia pero no de su biografía, presagió y sufrió el horror de su época. Nunca encontró un lugar para establecerse, entre la infancia dorada en Berlín y los días de amparo en Mallorca; siguió a amores y amigos de Letonia a Dinamarca. Intentó sustentarse escribiendo e investigando, primero en Suiza y más tarde en París, desde donde finalmente tuvo que escapar. Premunido de morfina luego del incendio del Reichstag, optó por suicidarse cuando, después de atravesar a pie los Pirineos hacia España, lo iban a obligar a devolverse.
     

    “Hay algo en Walter Benjamin que lleva a especular acerca de lo que hubiese sido, lo que pudo haber sido y lo que debió ser”, dice la autora de esta formidable biografía. “El terrible resultado de su vida se intenta subvertir al transformar la historia, que ya está completa, en algo incompleto, al menos en la imaginación”. En esta investigación sobre sus circunstancias, textos y manuscritos, cartas y papeles, sobre los lugares, las cosas, las personas y las ideas que le interesaron, no hay ni ángel ni víctima, sólo un escritor brillante que quiso ser libre pero quedó atrapado. Más que el genio melancólico, aparece aquí el hombre que padeció incuestionables pellejerías y sin embargo nunca abandonó la labor de articular una vida posible.
     

    Para Benjamin, el presente es el tiempo en el que puede emerger, en cualquier momento, la “oportunidad revolucionaria de una solución nueva a un problema completamente nuevo”. No se trata, desde luego, de una ingenuidad, sino de un argumento: la historia es un acto de remembranza, los cursos históricos son totalmente manipulados y el orden impuesto es falso. El crimen político lo condenó a la soledad, y su única salvación fue rechazar los modos heredados de entender al mundo “en términos de progreso automático, donde la crisis es una excepción y hay un despliegue objetivo hacia un nuevo futuro siempre mejor que nunca llega”. Benjamin vivió, leyó y escribió otra historia.

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