• El acto estético

    190 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Traductor: Francisco de Undurraga A.
    Año de publicación: 2021

     

    Distinto del acto artístico, científico y discursivo, el acto estético tiene un lugar esencial en la creación, pero también en el conocimiento y en el diálogo. El acto estético poetiza el mundo, lo musicaliza, hace de él un jardín, una coreografía y vuelve a darle forma. En definitiva, salvaguarda el mundo, crea un vínculo sustancial entre los hombres y permite escapar a la doble trampa del narcisismo y la melancolía. La teoría filosófica de Saint Girons muestra que el arte es una instancia de sentido y provisión del quehacer político, que todos somos actores estéticos que afrontamos el desafío de la alteridad y debemos reconocer que la “racionalidad estética” forma el cimiento sublime de la civilización. Saint Girons explica qué significa, dónde se sitúa y a qué se enfrenta cada uno de los elementos de su teoría, lo que hace de “El acto estético” una provocación.

  • Es mágico / Llaksachiq

    Autor/a:Canizales

    28 páginas | Boardbook | Formato: 18.5 x 18.5 cm.
    Idioma: español / quechua
    Edad recomendada: 0 años a más

     

    Libro bilingüe en el que descubrimos la magia del amor de madre. Un juguete donde las imágenes desafían nuestra imaginación: aves que se transforman en notas musicales, flores que se convierten en camisetas y otras particularidades que reflejan la magia y el amor que mamá tiene siempre para nosotros.

  • La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

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