• Es mágico / Llaksachiq

    Autor/a:Canizales

    28 páginas | Boardbook | Formato: 18.5 x 18.5 cm.
    Idioma: español / quechua
    Edad recomendada: 0 años a más

     

    Libro bilingüe en el que descubrimos la magia del amor de madre. Un juguete donde las imágenes desafían nuestra imaginación: aves que se transforman en notas musicales, flores que se convierten en camisetas y otras particularidades que reflejan la magia y el amor que mamá tiene siempre para nosotros.

  • Lucía tiene calle

    Autor/a:Eliana Otta

    44 páginas | Tapa dura | Formato: 22 x 22 cm.
    Nominado a Mejor libro infantil 2021. Premio Luces de El Comercio.
    Año de publicación: 2021

     

    Lucía tiene calle es un viaje por Lima a través de los ojos de una niña en su vehículo favorito: su colorida y eficiente bicicleta. Mientras recorre la ciudad, Lucía comparte con nosotros las memorias que tiene de distintos puntos del mapa, donde los paisajes externos se unen con sus historias personales y las de su familia. Los desaparecidos cines de barrio, la vista panorámica desde el malecón de Chorrillos, las dulcerías favoritas de su abuelo o los carteles de las bodegas son paradas obligadas para pensar cómo se ha ido transformando Lima, donde barrios antiguos y nuevos, calles y edificios singulares, rincones y paisajes inolvidables conforman una geografía inusual, imaginaria y colectiva, que retrata nuestra capital y su reciente «desarrollo».
     

    Así, como jugando, este libro nos invita a comprender que las ciudades son su gente y la gente, reflejo de sus ciudades, mientras que los paseos de Lucía nos recuerdan que las ciudades están vivas y vibran con las memorias que construimos en ellas. Y a ti, ¿qué es lo que más te gusta de tu ciudad? ¿Cómo imaginas la Lima de tus sueños?

  • Teatro peruano en el tiempo del miedo. Estética, historia y violencia (1980-2000)

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 14.5 x 20 cm.

     

    Entre los años 1980 y 2000 el Perú vivió una época de violencia sin precedentes, nacida del enfrentamiento de dos visiones extremistas sobre cómo solucionar los históricos problemas nacionales. Una se tomó el derecho de atacar el naciente orden democrático para instaurar un comunismo mesiánico, de métodos terroristas, ineficiente hasta en sus estrategias militares. La otra, aprovechando la urgencia de respuestas, se ocupó de desaparecer toda forma de oposición ideológica al liberalismo/capitalismo reinante, y se llevó de encuentro poblaciones vulnerables, históricamente postergadas. El resultado fue un tiempo de miedo, —manchay tiempo era llamado en la zona andina— un trauma social todavía perceptible en varias generaciones de peruanos.
     
    Ante este desplome del tejido social, los artistas del teatro se vieron forzados a dialogar con esta realidad angustiante. Sin embargo, muchos de los discursos escénicos sobre y en medio del conflicto armado, no han sido revisados con detenimiento, en una perspectiva de largo plazo, ni se ha establecido su posible influencia en el quehacer cultural posterior. Todavía algunas preguntas parecen pertinentes de formular: ¿Qué dijo el teatro peruano sobre la violencia?, ¿lo dijo bien?, ¿contribuyó a contar una verdad?

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