• Abuso de sustancias

    180 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 15.5 x 23 cm.

     

    Contra toda convención de aquello que solemos llamar comunicabilidad, la obra de Bernstein destaca por realzar su contracara, utilizando aquello que se filtra por las vías de escape: pone en jaque ese cliché de que un poema necesariamente debe decirnos algo (como si pudiéramos ponerlo en la bolsa de valores o cuantificarlo). Para Bernstein, lo que queda fuera y lo que queda dentro del texto vale por igual. Para él, se debe mostrar el material con que se trabaja, poner el ojo en qué y el cómo se hace todo un arsenal lingüístico (eso que llamamos poema). Son textos que no pretenden seducirnos (a pesar de que originalmente estén confeccionados con un cuidado notable desde su música) mas sí nos cuestionan y nos dejan incómodos. Esta antología muestra este panorama: que cuanto se transa en un lenguaje se somatiza no por aquello que se enuncia, sino por lo que está fuera, que enfrentamos día a día y que la letra apenas toca. Son los pliegues de un relieve que cuesta digerir, un montaje que devela lo que pasa tras bambalinas. O un callejón por el que transitamos saturados de sustancias, de interferencias; una especie de nonsense, una broma aguda que se traduce en un extrañamiento múltiple, donde lo que se nos dice nunca es.

  • Caminar invisible. Cartas sobre Jane Eyre, 1847-1854

    216 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1847, Charlotte Brontë publica «Jane Eyre» con el seudónimo de Currer Bell. No es la primera vez que utiliza ese nombre masculino. Un año antes, junto a sus hermanas Emily y Anne, prepara una antología de poemas, un libro que en un pacto de anonimato firman como Currer, Ellis y Acton Bell, una performance no declarada que les permite pasar de hermanas a hermanos, de escritoras a escritores. El mito en torno a Charlotte, Emily y Anne, las célebres Brontë, las hijas de un pastor anglicano que en plena Inglaterra victoriana escribieron un conjunto de «bestsellers», comenzó a gestarse en su propio tiempo. ¿Quiénes habían escrito esas novelas que parecían desafiar las reglas literarias de la época? ¿Quiénes eran esas reales autorías procedentes de un pequeño pueblo norteño del campo inglés? Persiguiendo las pistas cotidianas, los hilos que componen la formación silenciosa de una obra ineludible, «Caminar invisible. Cartas sobre Jane Eyre, 1847-1854» recopila las cartas que Charlotte Brontë escribe a William Smith Williams y George Smith, sus editores de Smith, Elder & Co. Reúne las sutiles marcas de un intercambio epistolar que rodea la construcción de un nombre propio y la revelación inesperada de una autoría femenina. Expone las negociaciones y vacilaciones de una escritura que apostó por la defensa de la literatura ante el asedio del espacio público y las valoraciones de la crítica. Un libro que, acompañado de la lectura de María Sonia Cristoff, nos sumerge en las tramas del proyecto literario de Charlotte y sus hermanas, en la fuerza de su literatura, y en las interrogantes sobre la visibilidad autoral y de género a la luz de los esquemas contemporáneos.

  • El poema del hachís

    54 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.

     

    Escrito en prosa hace más de ciento cincuenta años, este Poema del hachís es un desborde a la noción de género, una mezcla entre ensayo científico, poesía y testimonio. Baudelaire investiga de forma erudita y lucida sobre los orígenes del hachís, su uso espiritual y recreativo, y sobre todo las alteraciones que genera en la conciencia. Se trata de una invitación a pensar el consumo como una forma de conocimiento, una excitación de la imaginación, que cuestiona tanto el acercamiento ingenuo a las drogas como la moralina que objeta su uso cotidiano.

  • William S. Burroughs y el culto del rock ‘n’ roll

    Autor/a:Casey Rae

    Traducción: Rodrigo Olavarría
    320 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2023

     

    William Burroughs, el más transgresor de los beats, fue también un agente infiltrado en el desarrollo del rock, un factor clave en medio siglo de creación musical. Este libro revela su conexión con ciertos músicos y su duradera influencia a más de veinticinco años de su muerte.
     

    Con una vida marcada por la escritura, la heroína y el asesinato de su esposa, Joan Vollmer, a quien disparó una noche jugando borrachos, Burroughs logró notoriedad por las novelas Yonqui, El almuerzo desnudo y La máquina blanda. También por probar métodos de creación radicales, como el cut-up, técnica donde un texto, película o audio es cortado y reorganizado, un procedimiento que allanó el camino a géneros musicales basados en samples y remixes, como la electrónica y el hip-hop.
     

    «Una vez que empiezas a buscar», escribe Casey Rae en estas páginas, «Burroughs está en todas partes. Es como ¿Dónde está Wally? con una banda sonora demoledora y donde el sujeto que buscamos no es un nerd con suéter a rayas sino un viejo junkie con sombrero». El autor es generoso en ejemplos que respaldan esta tesis: su impredecible escritura abrió posibilidades creativas a Bob Dylan; sus experimentos con cintas animaron a Paul McCartney a arriesgarse en el estudio y su rostro está en la portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band junto a los de Huxley y Jung; Jimmy Page discutió con él acerca del poder sobrenatural de la música; La máquina blanda es el primer lugar donde aparece la expresión «heavy metal» y trastornó a músicos como Iggy Pop y Daevid Allen, quien tomó el nombre de su grupo de la misma novela; su actitud antisistema y hábitos personales atrajeron a un Lou Reed fascinado por su retrato realista de la heroína y la vida callejera; David Bowie usó cut-ups en casi toda su obra, desde 1974, con Diamond Dogs, hasta Blackstar; y en los noventa aumentó su reputación de héroe, colaborando con artistas como Kurt Cobain y miembros de Sonic Youth, R.E.M. y Ministry. Todas esas historias están en William S. Burroughs y el culto del rock ’n’ roll, un volumen tras cuya lectura nadie dudará que la influencia de William Burroughs en la música popular y experimental excede a la de cualquier otro escritor.

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