• Antología mínima – Poesía

    380 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    Este libro reúne un puñado de notables poemas de Fernando Pessoa, el autor más universal y múltiple de Portugal, traducidos de la lengua lusa, el inglés y el francés. Dos han sido los principales artífices de esta antología: el colombiano Jerónimo Pizarro, especialista pessoano responsable de la selección y el rescate de los textos; y el poeta y editor Óscar Limache, quien se encargó de traducir a Pessoa al castellano o, más precisamente, al «peruano».
     
    Compuesto por una mezcla de poemas clásicos, hallazgos nunca traducidos a nuestro idioma y nuevas versiones de textos ya publicados, este volumen antológico configura la dosis mínima indispensable para ingresar como lector al intrincado mundo del autor portugués y, a la vez, una suerte de canapé poético capaz de desatar la adicción por el misterioso poeta de los cien rostros.

  • El Spleen de París

    148 páginas | Tapa blanda | Formato: 11 x 17 cm.
    Año de publicación: 2019

     

    El Spleen de París es una obra maestra, un libro que, además de gozar de una actualidad y una influencia abrumadora, es considerado ya un clásico de la literatura universal. Charles Baudelaire, el primero de los llamados poetas malditos, debido a su vida llena de excesos y a la particular concepción de la moral que se encuentra en sus poemas, nació en París en 1821. Su padre murió cuando él tenía seis años y siempre odió a su padrastro, quien nunca aprobó su estilo de vida bohemio y al que culpaba del alejamiento de su madre. Fue poeta, crítico de arte y traductor. Para Barbey d’Aurevilly, periodista francés, era el Dante de una época decadente.

  • Un rumor entre los árboles. Poemas sobre naturaleza y pájaros

    92 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1840, Emily Dickinson ingresó a la prestigiosa Academia de Amherst, sólo dos años después de que se aceptaran a mujeres. Allí, durante siete años estudió literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín, y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. En una clase de botánica, Emily quedó tan fascinada que empezó a elaborar su propio herbario, en el que acumuló cientos de plantas y flores prensadas, acompañadas de sus respectivos nombres en latín. Así nacerán los poemas contenidos en este volumen, en los que Dickinson se vincula, en su praxis cotidiana de la palabra, no sólo con una amplia variedad de especies vegetales, sino también con los pájaros, pues una importante fracción de su poesía, de una modernidad alejada de sus contemporáneos, está dedicada a la reflexión y contemplación de su entorno natural. «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía», dirá Dickinson, afirmación que, sin duda alguna, define la experiencia que es su poesía. Estas páginas son destellos sutiles de una amante de la naturaleza, en comunicación con la tierra como alimento diario, su palabra llega hasta nosotros como flechas lanzadas hacia nuestro presente y futuro.

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