• ¿Qué es un aparato estético? Benjamin, Lyotard, Ranciére

    Traducido del francés
    148 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2012

     

    Un aparato es una configuración técnica del aparecer. De tal suerte, lo que aparece está, desde ya, configurado técnicamente por un aparato (appareillé). La perspectiva, el museo, la fotografía, el cine y la cura analítica podrán ser pensados como “aparatos”, pues configuran el aparecer del acontecimiento, por un lado creando nuevas condiciones de la temporalidad y por otro determinando nuevas estructuras del espacio, es decir, transformando, cada vez, la sensibilidad. Un aparato funciona como un objeto técnico según Gilbert Simondon, o sea, produciendo individuación y sociablidad. Walter Benjamin fue el primero en atisbar una teoría de los “aparatos”, al considerar que la fotografía y el cine no implicaban únicamente un cambio en los procedimientos de la representación sino que, además y por sobre todo, una revolución en las condiciones de la percepción. Jean-François Lyotard, por su parte, en su Discurso. Figura elabora la noción de “bloque de escritura”: la “superficie de inscripción”, es decir, el conjunto de configuraciones técnicas que permiten que el acontecimiento tenga lugar. Es a partir de estos y otros autores que Jean-Louis Déotte ha desarrollado una teoría que pretende repensar la política, la estética y el mundo contemporáneo desde el punto de vista de la técnica.

  • Abuso de sustancias

    180 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 15.5 x 23 cm.

     

    Contra toda convención de aquello que solemos llamar comunicabilidad, la obra de Bernstein destaca por realzar su contracara, utilizando aquello que se filtra por las vías de escape: pone en jaque ese cliché de que un poema necesariamente debe decirnos algo (como si pudiéramos ponerlo en la bolsa de valores o cuantificarlo). Para Bernstein, lo que queda fuera y lo que queda dentro del texto vale por igual. Para él, se debe mostrar el material con que se trabaja, poner el ojo en qué y el cómo se hace todo un arsenal lingüístico (eso que llamamos poema). Son textos que no pretenden seducirnos (a pesar de que originalmente estén confeccionados con un cuidado notable desde su música) mas sí nos cuestionan y nos dejan incómodos. Esta antología muestra este panorama: que cuanto se transa en un lenguaje se somatiza no por aquello que se enuncia, sino por lo que está fuera, que enfrentamos día a día y que la letra apenas toca. Son los pliegues de un relieve que cuesta digerir, un montaje que devela lo que pasa tras bambalinas. O un callejón por el que transitamos saturados de sustancias, de interferencias; una especie de nonsense, una broma aguda que se traduce en un extrañamiento múltiple, donde lo que se nos dice nunca es.

  • El poema del hachís

    54 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.

     

    Escrito en prosa hace más de ciento cincuenta años, este Poema del hachís es un desborde a la noción de género, una mezcla entre ensayo científico, poesía y testimonio. Baudelaire investiga de forma erudita y lucida sobre los orígenes del hachís, su uso espiritual y recreativo, y sobre todo las alteraciones que genera en la conciencia. Se trata de una invitación a pensar el consumo como una forma de conocimiento, una excitación de la imaginación, que cuestiona tanto el acercamiento ingenuo a las drogas como la moralina que objeta su uso cotidiano.

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