• Finnegans Wake: una lectura anotada de cuatro capítulos

    Autor/a:James Joyce

    484 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.

     

    En Finnegans Wake asistimos al desdoblamiento del lenguaje en general: no de una sola lengua nativa, sino de los varios idiomas a los que Joyce tenía acceso, desde dialectos sudamericanos hasta léxicos alusivos al Extremo Oriente, en un discurso polisémico que fluye principalmente en voces del Atlántico, el Mediterráneo y el Mar del Norte. Al apropiarse de la palabra, se adueña del mundo y de su historia, en una recreación de la literatura universal que pasa a través de sus fuentes más obvias: la Biblia, Shakespeare, Blake, Yeats, Wilde, Sterne, Swift, Twain; las teorías de Giambattista Vico, Giordano Bruno y otros pensadores; estudios sobre las religiones del mundo, anales, mitologías, óperas, tonadas infantiles, canciones antiguas y un extenso etcétera que pretende no dejar fuera ningún referente cultural del devenir humano, según el punto de vista de este europeo de entreguerras.

  • Mujeres y economía

    206 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    Charlotte Perkins Gilman traza un recorrido cultural por la relación económica entre hombres y mujeres. Detalla cómo la dependencia económica impulsada por las sociedades patriarcales, resulta un factor determinante que encasilla la posición histórica de la mujer: su exclusión del mundo intelectual o la estructuración del matrimonio y la familia, responden a esa lógica. Nos demuestra cómo la imposición de la maternidad y el trabajo doméstico fuerzan a la mujer a cumplir un doble papel: el de madre y mártir a la vez. Esta figura sacrificial se transmite a los hijos, perpetuando la imagen de las mujeres como trabajadoras no remuneradas, atrofiando su creatividad y crecimiento personal. En esta lúcida reflexión escrita hace más de un siglo –pero tristemente contingente–, Charlotte Perkins Gilman nos advierte que el ser humano es la única especie que ha impuesto que las mujeres dependan de los hombres para sobrevivir. “Las mujeres son factores económicos en la sociedad. Pero también lo son los caballos”, nos dice con ironía, legándonos un estudio-manifiesto imposible de desoír.

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