• El legado de la piedra

    Autor/a:Heber Abrill

    498 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2025

    Una familia poderosa. Un oscuro decreto ancestral. Un código inquebrantable que los ha mantenido en la cima por generaciones… pero a un alto precio. Los De la Piedra han forjado su historia con fuego y sangre, enfrentando un destino que parece inevitable: la desaparición de sus herederos en circunstancias trágicas y tempranas. Mientras sus miembros caen uno a uno, el peso de una maldición oculta se hace más evidente. Ahora uno de ellos se atreve a desafiar el orden establecido. Decidido a descubrir la verdad que condena a su linaje, emprende una lucha desesperada por cambiar su destino. En esta novela, el autor ha volcado sus obsesiones históricas y literarias más íntimas, al punto de amalgamar una potente alegoría sobre las consecuencias materiales y espirituales de las convenciones sociales y los códigos familiares.

  • La única cosa que es probable que rompas es todo. Antología de poesía joven en Alaska

    125 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13.5 x 21 cm.

     

    Con una distribución que busca dedicar cada parte con una naturaleza poética diferente, el poemario se basa en perspectivas narrativas de poetas nacidos o residentes en Alaska; cada uno con visión diferente del transcurso de la vida en “exilio” y la apreciación personal que permite diferir los capítulos entre sì y brindar cierta prosa y musicalidad a hechos comunes que carecen de una sensación de fantasía; en esta búsqueda de un complemento a la realidad.

  • Poemas y antipoemas

    108 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 26 cm.
    Año de publicación: 2014 (reimpresión: 2024)

     

    “Los demás poetas nacían mayores de edad, del vientre materno ya salían mayores de edad, lo sabían todo, eran marxistas, leninistas, estalinistas, hochiministas, castristas, pinochetistas. En cambio este personaje antipoeta es un alma en pena, anda buscando alguna manera plausible de hablar. Además, simultáneamente yo estuve durante cuatro años con la voz perdida, no podía hablar. Podía decir palabras aisladas; árbol, árabe, sombra, tinta china. Pero juntar las cosas no podía. Por ejemplo: podía yo decir ‘qué’, ‘hora’, ‘es’, pero ‘¿qué hora es?’ no me podía salir. No podía hablar, no era una simple especulación. Y a medida que Poemas y antipoemas fue siendo aceptado por la crítica y por los lectores empecé a recuperar la capacidad de hablar; porque claro, cuando los lectores aceptaron el libro yo dije se puede hablar de esta manera, tengo derecho a hablar entonces. Parece que todo ha consistido en la búsqueda no de un lenguaje poético, sino de una manera de hablar, para conversar y para comunicarse con los interlocutores”.

    Nicanor Parra

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