• El arte obra en el mundo. Cultura ciudadana y humanidades públicas

    Autor/a:Doris Sommer

    276 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    Celebrar el arte y la interpretación como prácticas capaces de abordar los desafíos sociales es lo que propone Doris Sommer en este libro. Para refrescar el compromiso de las humanidades con el mundo más allá de las aulas, a lo largo de los capítulos ofrece muestras de proyectos reformistas que inspiran fe en lo posible porque logran metas que hubieran sido inalcanzables sin arte. Los casos incluyen iniciativas de arriba hacia abajo –como los de Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá, Colombia y movimientos de abajo hacia arriba como el Teatro Oprimido creado por el brasileño Augusto Boal–. Asimismo, la propia iniciativa de Sommer, Pre-Textos, es un proyecto de alfabetización en zonas de pocos recursos materiales, que cuenta con las artes populares para interpretar cualquier texto; de este modo desarrolla destrezas tanto intelectuales como cívicas. Con la consigna «todos somos agentes culturales», El arte obra en el mundo demuestra la urgente actualidad de la educación estética propuesta por Friedrich Schiller para evitar la violencia y lograr la ilustración. El libro de Sommer es un llamado a la acción y una invitación a jugar.

  • El hombre más triste. Retrato del poeta César Vallejo

    264 páginas | Tapa blanda | Formato: 13 x 21 cm.
    Edición de Leila Guerriero
    Año de publicación: 2021

     

    César Vallejo es una leyenda y sobre él se han escrito cientos de libros, ensayos y estudios académicos. Pero en El hombre más triste, Daniel Titinger mira más allá de su leyenda y dibuja el retrato de un hombre genial y complejo, que durante buena parte de su existencia no fue uno de los poetas más grandes de habla hispana sino un desconocido que, después de haber publicado un par de libros en su país sin que nadie le hiciera mucho caso, vivía en París con Georgette, una mujer a quien muchos señalan como manipuladora y tiránica, y se ganaba la vida redactando artículos periodísticos mal pagos mientras escribía poemas que guardaba en un cajón. En un notable trabajo de arqueología periodística que le tomó años, Titinger recorrió las ciudades esenciales en la vida de Vallejo –Santiago de Cucho, Trujillo, Lima, París–, visitó su tumba y su casa natal, diseccionó los enfrentamientos que Georgette tuvo con todos sus biógrafos, siguió pistas a veces infructuosas, habló con familiares lejanos, con especialistas y con fanáticos celosos, dio con un mechón de pelo del poeta guardado por el artista plástico Fernando de Szyslo, encontró a un médico que pudo ser clave para entender los motivos nunca develados de su muerte y, finalmente, se topó con una pieza mayor: un maletín que la viuda de Vallejo le confió, antes de morir, a una vecina y en el que se conservan documentos, fotos, cartas y revelaciones impensadas. Con una prosa de enorme elegancia, ejecutando un equilibrio perfecto entre la tensión dramática y la información rigurosa, Titinger desmonta la leyenda de Vallejo solo para volver a montarla y hacerla más humana, más intensa, más viva.

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

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