• El arte obra en el mundo. Cultura ciudadana y humanidades públicas

    Autor/a:Doris Sommer

    276 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    Celebrar el arte y la interpretación como prácticas capaces de abordar los desafíos sociales es lo que propone Doris Sommer en este libro. Para refrescar el compromiso de las humanidades con el mundo más allá de las aulas, a lo largo de los capítulos ofrece muestras de proyectos reformistas que inspiran fe en lo posible porque logran metas que hubieran sido inalcanzables sin arte. Los casos incluyen iniciativas de arriba hacia abajo –como los de Antanas Mockus, ex alcalde de Bogotá, Colombia y movimientos de abajo hacia arriba como el Teatro Oprimido creado por el brasileño Augusto Boal–. Asimismo, la propia iniciativa de Sommer, Pre-Textos, es un proyecto de alfabetización en zonas de pocos recursos materiales, que cuenta con las artes populares para interpretar cualquier texto; de este modo desarrolla destrezas tanto intelectuales como cívicas. Con la consigna «todos somos agentes culturales», El arte obra en el mundo demuestra la urgente actualidad de la educación estética propuesta por Friedrich Schiller para evitar la violencia y lograr la ilustración. El libro de Sommer es un llamado a la acción y una invitación a jugar.

  • Loca fuerte. Retrato de Pedro Lemebel

    277 páginas | Tapa blanda | Formato: 13 x 21 cm.
    Año de publicación: 2022 (reimpresión: 2024)

     

    En octubre de 2019, durante el estallido social en Chile, las calles se llenaron de pintadas con el rostro de Pedro Lemebel. Fallecido en 2015, su figura, a la vez altiva y martirizada, provocadora y dramática, permanecía en el imaginario como uno de los símbolos más vibrantes de la rebelión y la furia, alcanzando niveles de devoción inusuales para un escritor. Lemebel fue un niño pobre en una barriada pobre, el hijo consentido de su madre, el maricón del que todos se burlaban, la loca golosa que recorría el centro de Santiago en busca de sexo, el profesor de liceo que se vestía de manera extravagante, el artista brutal de las Yeguas del Apocalipsis, el orfebre de un lenguaje propio, el cronista de éxito, el terror de las ferias literarias, el superventas de taco alto. Las distintas facetas de la vida de uno de los autores más populares de Chile son complejas, a menudo contradictorias, casi siempre extremas. A través de una intensa investigación y decenas de testimonios de quienes lo conocieron, el periodista Óscar Contardo retrata, con la solidez elegante e incisiva de su mirada y de su prosa, a un hombre cuya metamorfosis –de la pobreza al reconocimiento internacional– resulta impresionante. Loca fuerte no narra la historia de un mito, sino la de un hombre complejo, a veces tierno, siempre rabioso, cuya voz no se ha apagado con la muerte.

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

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