• El nombre del Perú

    90 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 13 x 20 cm.

     

    El nombre del Perú (1951) realiza un recuento de las diferentes versiones que existen sobre el origen del nombre de nuestro país. Porras sostiene que el nombre del Perú proviene de una deformación del nombre del cacique del Birú, cuyos reducidos dominios se hallaban en la costa del Darién en la frontera entre las actuales Panamá y Colombia. Hasta ahí llegaron los conquistadores en su primer viaje y al que los soldados y aventureros de Panamá decidieron llamar Perú. Así, el nombre del Perú habría surgido de la deformación castellana de un vocablo indígena. En sus conclusiones, el historiador señala: el nombre del Perú fue desconocido para los Incas. Fue impuesto por los conquistadores españoles y rechazado por los indios del Perú, que se negaban a usarlo, según el testimonio de Valera, Acosta y Garcilaso.

  • La Hermandad de la Casa Grande

    509 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 22 cm.
    Año de publicación: 2021

     

    Es 1879. Al norte, Chile defiende las inversiones extranjeras en la Guerra del Pacífico. Al sur, más allá de la Araucanía ya invadida, desde una isla grande casi inexplorada se dispersan rumores de violencia, superstición y de un Estado incapaz de imponer su ley.
     

    La élite estaría tranquila si algunos «elementos» que no están ocupados en la frontera con Perú penetraran Chiloé. Necesitan pruebas para condenar a esos delincuentes que aterrorizan a la población con viejas creencias indígenas. Se hacen llamar brujos. Se organizan como La Recta Provincia o La Hermandad de la Casa Grande. Mienten para asustar y cambian los nombres a las ciudades de la isla –Achao, Dalcahue o Quicaví–, confundiéndolas con otras: Buenos Aires, Villarrica, Salamanca.
     

    Si fueran solo mitos, al Gobierno le bastaría con dejar olvidado ese recóndito lugar. Pero quien se hace llamar El Mayor Mentiroso del Mundo asegura haber escapado de los brujos y recorre el norte deslumbrando a los extranjeros: les habla de maleficios, monstruos y asesinatos; de las sangrientas luchas entre clanes para hacerse de un reinado en decadencia. Por esas mentiras, o para asegurar un inestable orgullo nacional, coroneles y tenientes deciden darle fin a cosas que un mortal no tiene el poder de terminar.

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