• Maru Amaru

    Autor/a:Roger Hiyane

    58 páginas | Tapa dura | Formato: 17 x 22.5 cm.
    Ejemplares numerados

     

    En el budismo zen, el círculo —maru, en japonés— es la representación del satori: la iluminación súbita. Y la serpiente —amaru, en quechua— es un naga: un ser divino del clima, los remolinos y las ilusiones. Ambos aparecen en mandalas: formas geométricas que unen el microcosmos con el macrocosmos. Las culturas ancestrales peruanas también fueron fabulosas en marus y amarus, con sus propias geometrías míticas en los Chavín, Nasca, Mochica. Este libro propone ingresar a ese océano compartido de creatividad, con un gancho al subconsciente.

    S/ 100.00

    Maru Amaru

    Autor/a:Roger Hiyane
    S/ 100.00
  • Poesía reunida

    Autor/a:Enrique Lihn

    400 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 26 cm.
    Año de publicación: 2018 (reimpresión: 2024)

     

    “La poesía me ha dado otra especie de trabajo. Aunque las dificultades que presenta sean inagotables, un buen día uno se ha instalado en ella y empieza a luchar con esas dificultades desde adentro. Se trata, simplemente, de tener algo que decir –una emoción dominante basta y a veces sobra– y de saber hacerlo, empleándose a fondo en el manipuleo de una sustancia ilimitada que se adhiere al lenguaje vivificándolo. El crecimiento de un árbol no difiere del desarrollo de un poeta. El poeta es el escritor en estado de naturaleza”.

    Enrique Lihn

    Poesía reunida

    Autor/a:Enrique Lihn
    S/ 79.00
  • Un rumor entre los árboles. Poemas sobre naturaleza y pájaros

    92 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1840, Emily Dickinson ingresó a la prestigiosa Academia de Amherst, sólo dos años después de que se aceptaran a mujeres. Allí, durante siete años estudió literatura, historia, religión, geografía, matemáticas, biología, griego y latín, y aprendió floricultura, horticultura y jardinería. En una clase de botánica, Emily quedó tan fascinada que empezó a elaborar su propio herbario, en el que acumuló cientos de plantas y flores prensadas, acompañadas de sus respectivos nombres en latín. Así nacerán los poemas contenidos en este volumen, en los que Dickinson se vincula, en su praxis cotidiana de la palabra, no sólo con una amplia variedad de especies vegetales, sino también con los pájaros, pues una importante fracción de su poesía, de una modernidad alejada de sus contemporáneos, está dedicada a la reflexión y contemplación de su entorno natural. «Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía», dirá Dickinson, afirmación que, sin duda alguna, define la experiencia que es su poesía. Estas páginas son destellos sutiles de una amante de la naturaleza, en comunicación con la tierra como alimento diario, su palabra llega hasta nosotros como flechas lanzadas hacia nuestro presente y futuro.

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