• La noche. Vivir sin testigo

    Traducción del francés
    128 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2020

     

    La hipótesis que este libro no cesa de profundizar es que le damos nuestro consentimiento a la noche porque está desprovista de testigos designados. El bandido actúa en la oscuridad esperando que nadie pueda reconocerlo en el tribunal. El poeta busca en la noche una inocencia que no encuentra en el día. De una manera menos sublime, quien entra en la noche para no dormir escapa por un tiempo a los juicios del resto o al de su propia conciencia. Velan para ya no ser vigilados. El arte de vivir sin testigo también acarrea obligaciones: existe una ley de la noche, de aspecto menos jurídico que la ley del día, pero no por ello es menos exigente. Pensar la noche es pensar la manera en que la oscuridad cambia nuestra percepción, transforma nuestra relación con los otros o modifica nuestra experiencia del tiempo, pero siguiendo siempre las reglas que le son propias. Para el autor, es necesario privilegiar no la oposición binaria entre lo nocturno y lo diurno, sino las situaciones en las que entran en un prometedor conflicto. Sin eso, el día olvidaría que él es el día de la noche que lo precede: solo habría lugar para una pálida transparencia en la que todos están dispuestos a ser testigos.

  • Loca fuerte. Retrato de Pedro Lemebel

    277 páginas | Tapa blanda | Formato: 13 x 21 cm.
    Año de publicación: 2022 (reimpresión: 2024)

     

    En octubre de 2019, durante el estallido social en Chile, las calles se llenaron de pintadas con el rostro de Pedro Lemebel. Fallecido en 2015, su figura, a la vez altiva y martirizada, provocadora y dramática, permanecía en el imaginario como uno de los símbolos más vibrantes de la rebelión y la furia, alcanzando niveles de devoción inusuales para un escritor. Lemebel fue un niño pobre en una barriada pobre, el hijo consentido de su madre, el maricón del que todos se burlaban, la loca golosa que recorría el centro de Santiago en busca de sexo, el profesor de liceo que se vestía de manera extravagante, el artista brutal de las Yeguas del Apocalipsis, el orfebre de un lenguaje propio, el cronista de éxito, el terror de las ferias literarias, el superventas de taco alto. Las distintas facetas de la vida de uno de los autores más populares de Chile son complejas, a menudo contradictorias, casi siempre extremas. A través de una intensa investigación y decenas de testimonios de quienes lo conocieron, el periodista Óscar Contardo retrata, con la solidez elegante e incisiva de su mirada y de su prosa, a un hombre cuya metamorfosis –de la pobreza al reconocimiento internacional– resulta impresionante. Loca fuerte no narra la historia de un mito, sino la de un hombre complejo, a veces tierno, siempre rabioso, cuya voz no se ha apagado con la muerte.

  • Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta

    78 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    El siglo XIX se despedía con aires de cambio. Expresiones como «igualdad», «libertad», «sufragio femenino», sonaban en las reuniones y en las calles de las grandes ciudades. Pronto, la bicicleta se integró en la revolución feminista y a las campañas de las sufragistas. «Pedalear por el sufragio», se convirtió en una proclama clave que se extendió como la pólvora. Así, el ciclismo pasó de ser una actividad recreativa, a tomar un significado reivindicativo contra las ataduras de la época victoriana. Sinónimo de liberación y de igualdad.
     
    Publicado por primera vez en 1895, Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta se transformó en todo un clásico. Un fascinante testimonio de la expansión de la bicicleta en el cambio de siglo, y de la libertad que este medio de trasporte ofrecía a las mujeres de entonces. Es también la crónica de una mujer singular: activista por reformas sociales contra el alcoholismo y el sufragio femenino –que afirmaba que las mujeres “deberían poder votar, especialmente si el marido estaba ebrio”–, que aprendió a andar en bicicleta a los 53 años de edad, motivando a las mujeres a superar las limitaciones de su época, y a involucrarse con prácticas que desafiaran su impuesto rol en la sociedad de finales del siglo XIX.

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