• ¿Puede la educación cambiar la sociedad?

    Traductora: María Cristina Valderrama
    280 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21.5 cm.

     

    En esta obra inspiradora, Michael Apple sostiene que la educación puede cambiar la sociedad en clave solidaria y emancipatoria, siempre y cuando el trabajo sea sistemático y lúcido; si lo llevan a cabo comunidades comprometidas con la transformación social y si estas lo conciben en primer lugar como camino de liberación de los más débiles y los más discriminados. Por tanto, la respuesta afirmativa a la pregunta que titula su libro es verosímil, pero también ardua, y exige una toma de posición política indiscutible e ineludible.

  • Es mágico / Llaksachiq

    Autor/a:Canizales

    28 páginas | Boardbook | Formato: 18.5 x 18.5 cm.
    Idioma: español / quechua
    Edad recomendada: 0 años a más

     

    Libro bilingüe en el que descubrimos la magia del amor de madre. Un juguete donde las imágenes desafían nuestra imaginación: aves que se transforman en notas musicales, flores que se convierten en camisetas y otras particularidades que reflejan la magia y el amor que mamá tiene siempre para nosotros.

  • Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta

    78 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    El siglo XIX se despedía con aires de cambio. Expresiones como «igualdad», «libertad», «sufragio femenino», sonaban en las reuniones y en las calles de las grandes ciudades. Pronto, la bicicleta se integró en la revolución feminista y a las campañas de las sufragistas. «Pedalear por el sufragio», se convirtió en una proclama clave que se extendió como la pólvora. Así, el ciclismo pasó de ser una actividad recreativa, a tomar un significado reivindicativo contra las ataduras de la época victoriana. Sinónimo de liberación y de igualdad.
     
    Publicado por primera vez en 1895, Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta se transformó en todo un clásico. Un fascinante testimonio de la expansión de la bicicleta en el cambio de siglo, y de la libertad que este medio de trasporte ofrecía a las mujeres de entonces. Es también la crónica de una mujer singular: activista por reformas sociales contra el alcoholismo y el sufragio femenino –que afirmaba que las mujeres “deberían poder votar, especialmente si el marido estaba ebrio”–, que aprendió a andar en bicicleta a los 53 años de edad, motivando a las mujeres a superar las limitaciones de su época, y a involucrarse con prácticas que desafiaran su impuesto rol en la sociedad de finales del siglo XIX.

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