• El motor de Attaque 77

    224 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    A fines de los ochenta, ninguna banda punk argentina estaba lista para tener una rotación masiva en radios y TV. Attaque 77 saltó del under gracias al influyente LP compilado de bandas punk Invasión 88 y popularizó el género en 1990 con un hit inesperado: Hacelo por mí. A partir de ese momento empezó a escribir una historia que incluyó discos de oro, giras internacionales y estadios repletos, pero también crisis internas: ¿Puede un recital lleno replantear toda la vida de un integrante? ¿Puede una banda boicotear una canción para evitar un éxito seguro? ¿Puede una gira internacional desarmar más de veinte años de trabajo en conjunto?
     

    La biografía de Attaque 77, contada a través de testimonios exclusivos de sus miembros, permite seguir mucho más que una sucesión de logros. Este libro explora lo que pasa mientras todo eso ocurre. Es una historia sobre crecer en público; sobre cómo la amistad permite cerrar filas y hacerle frente a lo inesperado, pero también sobre los silencios y concesiones que se hacen para mantener ese vínculo tan estrecho, aún en perjuicio propio. Una historia en el espejo retrovisor, que no se aleja por más que se sumen kilómetros y kilómetros en el contador de un motor que no se detiene.

  • Thomas Wainewright, envenenador y otros textos fulminantes

    Autor/a:Oscar Wilde

    116 páginas | Tapa blanda | Formato: 10 x 20 cm.
    Año de publicación: 2014

     

    Aunque varios de los textos que componen este librito de apariencia breve no habían sido antes traducidos al castellano, no es ésa la principal gracia que el lector encontrará en ellos. Al decir del traductor y encargado de la selección, Juan Manuel Vial, estos escritos nos muestran a un Oscar Wilde desconocido, que no figura, ni siquiera como espectro, en sus grandes obras literarias. Preocupado de asuntos espectaculares, como la existencia de aquel admirable envenenador llamado Thomas Wainewright, y de otros más cotidianos, como la decoración del hogar, la filosofía del vestir, las peculiaridades de los habitantes de Estados Unidos y las vicisitudes de las modelos y los modelos en Londres, Wilde se revela aquí como un férreo defensor del buen gusto, sin privarse, claro que no, de lanzar dardos emponzoñados en contra de los falsarios, los académicos y todos quienes, siguiendo una u otra moda, acabaron construyendo horrores, ya fuera en el arte o en la vida misma.

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