• El motor de Attaque 77

    224 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2025

     

    A fines de los ochenta, ninguna banda punk argentina estaba lista para tener una rotación masiva en radios y TV. Attaque 77 saltó del under gracias al influyente LP compilado de bandas punk Invasión 88 y popularizó el género en 1990 con un hit inesperado: Hacelo por mí. A partir de ese momento empezó a escribir una historia que incluyó discos de oro, giras internacionales y estadios repletos, pero también crisis internas: ¿Puede un recital lleno replantear toda la vida de un integrante? ¿Puede una banda boicotear una canción para evitar un éxito seguro? ¿Puede una gira internacional desarmar más de veinte años de trabajo en conjunto?
     

    La biografía de Attaque 77, contada a través de testimonios exclusivos de sus miembros, permite seguir mucho más que una sucesión de logros. Este libro explora lo que pasa mientras todo eso ocurre. Es una historia sobre crecer en público; sobre cómo la amistad permite cerrar filas y hacerle frente a lo inesperado, pero también sobre los silencios y concesiones que se hacen para mantener ese vínculo tan estrecho, aún en perjuicio propio. Una historia en el espejo retrovisor, que no se aleja por más que se sumen kilómetros y kilómetros en el contador de un motor que no se detiene.

  • No tengo amigos, tengo amores

    106 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 17 x 24 cm.
    Año de publicación: 2018

     

    Este libro teje un relato biográfico urdido con la aguda labia de Pedro Lemebel, autor irreductible cuya voz única se deja oír en estas páginas. Forjado con extractos de setenta y dos entrevistas, que se inician a mediados de los noventa y culminan solo meses previos a su muerte, este volumen contiene sus reflexiones políticas y vitales con una transparencia punzante. Porque Lemebel era, antes que todo, un orador desbordante que desestabilizaba a cualquier interlocutor. Dueño de una pluma afilada, barroca, cargada de dardos de certeza e ironía, Lemebel desnudó las heridas y las supuestas glorias nacionales desde la periferia de los cenáculos y camarillas literarias. Su legado es una escritura ineludible y un modelo para comprender la transgresión política desde la teoría del género. Sus opiniones impactaron como un certero gancho izquierdo a la mandíbula de las pulcras conciencias de la transición. No tengo amigos, tengo amores refleja al Lemebel crítico y teórico, que fundía experiencia y política y sospechó siempre de la “cueca democrática”. Un autor que seguiremos leyendo el próximo siglo, que nos habló de frente, sin pestañear: “No necesito disfraz/ aquí está mi cara/ hablo por mi diferencia”.

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