• Las manos del general

    248 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 22 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    En 1987 la tumba de Juan Domingo Perón fue profanada y su cadáver mutilado. El asesinato del juez que investigaba el caso paralizó las pesquisas, y hoy, casi 40 años después, nadie sabe dónde están las manos del expresidente argentino. Julio del año 2000: un hombre aparece tirado en una calle de Avellaneda. Tiene unas manos distintivas, aparentemente más viejas que su cuerpo: son las manos de Perón.
     
    Ricardo Moreno, tenaz y ambicioso periodista del diario Crónica, relegado por sus jefes en la redacción de notas sin importancia, está dispuesto a seguir cualquier información de algo tan serio como delirante. Pronto queda atrapado en una red de intrigas que conecta la profanación de la tumba de Perón, la muerte de comisarios y policías, el supuesto suicidio de un importante cirujano y la desaparición de una doctora en una colonia neuropsiquiátrica cercana a Buenos Aires. En esta novela, finalista del Premio Clarín 2020, el escritor argentino Gonzalo Fassón retoma el misterio de una de las mayores conspiraciones de la historia argentina. Con una narración ágil y un suspenso apremiante, desarrolla una investigación policial que busca lo que ya nadie busca y quizás encuentre lo que nadie quisiera encontrar.

  • Mi culo es mío. Mujeres que bailan como se les canta

    160 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 23 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    Si históricamente en los bailes populares censurados las protagonistas eran las caderas, más recientemente el foco de interés se fue desplazando al movimiento y sacudimiento glúteo. Y el trasero, la cola, el culo –las partes bajas del cuerpo en el léxico bajtiniano de lo popular– se fue imponiendo como un signo cultural y político en disputa, atravesado por miradas, debates y experiencias. Modos de bailar de alta densidad erótica como el perreo y el twerking y músicas como la cumbia, el reggaetón, el trap o el electro pop son vistas por muchos como sexistas y degradantes para las mujeres. Sin embargo, en estos años también ganaron visibilidad y aceptación otras miradas impulsadas por artistas que reivindican estas prácticas como formas de reapropiación del goce y la autonomía de los cuerpos. El baile fue tomado por los discursos feministas como un recurso para reivindicar la soberanía sexual, generando un acercamiento novedoso entre las reivindicaciones políticas de género y la exhibición erótica de las mujeres en el ámbito musical.
     

    Este libro propone un recorrido por las músicas panlatinas de origen popular y ascenso masivo y su sincronización con el movimiento Ni Una Menos y las luchas por los derechos de género, desde una perspectiva de crítica cultural feminista. “Mi culo es mío” parafrasea la consigna de los años sesenta Mi cuerpo es mío, que en la lucha contra la violencia machistay por el derecho al aborto legal cobró vigencia nuevamente, resituando discusiones y posiciones del feminismo respecto a la libertad sexual pública expresada en y con la música.

  • Poemas y antipoemas

    108 páginas | Tapa blanda | Formato: 18 x 26 cm.
    Año de publicación: 2014 (reimpresión: 2024)

     

    “Los demás poetas nacían mayores de edad, del vientre materno ya salían mayores de edad, lo sabían todo, eran marxistas, leninistas, estalinistas, hochiministas, castristas, pinochetistas. En cambio este personaje antipoeta es un alma en pena, anda buscando alguna manera plausible de hablar. Además, simultáneamente yo estuve durante cuatro años con la voz perdida, no podía hablar. Podía decir palabras aisladas; árbol, árabe, sombra, tinta china. Pero juntar las cosas no podía. Por ejemplo: podía yo decir ‘qué’, ‘hora’, ‘es’, pero ‘¿qué hora es?’ no me podía salir. No podía hablar, no era una simple especulación. Y a medida que Poemas y antipoemas fue siendo aceptado por la crítica y por los lectores empecé a recuperar la capacidad de hablar; porque claro, cuando los lectores aceptaron el libro yo dije se puede hablar de esta manera, tengo derecho a hablar entonces. Parece que todo ha consistido en la búsqueda no de un lenguaje poético, sino de una manera de hablar, para conversar y para comunicarse con los interlocutores”.

    Nicanor Parra

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