• Antología mínima – Poesía

    380 páginas | Tapa blanda | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2022

     

    Este libro reúne un puñado de notables poemas de Fernando Pessoa, el autor más universal y múltiple de Portugal, traducidos de la lengua lusa, el inglés y el francés. Dos han sido los principales artífices de esta antología: el colombiano Jerónimo Pizarro, especialista pessoano responsable de la selección y el rescate de los textos; y el poeta y editor Óscar Limache, quien se encargó de traducir a Pessoa al castellano o, más precisamente, al «peruano».
     
    Compuesto por una mezcla de poemas clásicos, hallazgos nunca traducidos a nuestro idioma y nuevas versiones de textos ya publicados, este volumen antológico configura la dosis mínima indispensable para ingresar como lector al intrincado mundo del autor portugués y, a la vez, una suerte de canapé poético capaz de desatar la adicción por el misterioso poeta de los cien rostros.

  • Es mágico / Llaksachiq

    Autor/a:Canizales

    28 páginas | Boardbook | Formato: 18.5 x 18.5 cm.
    Idioma: español / quechua
    Edad recomendada: 0 años a más

     

    Libro bilingüe en el que descubrimos la magia del amor de madre. Un juguete donde las imágenes desafían nuestra imaginación: aves que se transforman en notas musicales, flores que se convierten en camisetas y otras particularidades que reflejan la magia y el amor que mamá tiene siempre para nosotros.

  • Sonido y acontecimiento

    204 páginas | Tapa blanda | Formato: 15 x 22 cm.
    Año de publicación: 2016

     

    Un pensamiento clásico del sonido no podrá ser el mismo cuando nuestro mundo actual está absolutamente atravesado y ocupado, de manera inédita, por sonidos. De esta manera, el presente libro pretende realizar un ejercicio filosófico a partir de la inquietud que nace de la experiencia de esta actual vida sonora. Este ejercicio liga los sonidos a un pensamiento del acontecimiento totalmente independiente de cualquier algo. Toma como ejemplo permanente las propuestas de John Cage, quien quiso siempre prestar oído u oreja a la actividad sonora, sabiendo que en ningún caso escuchar consistía en apropiarse de los sonidos o apropiarse con los sonidos. No hay, en rigor, propiedad, apropiación, desapropiación de los sonidos: pura libertad del acontecer, pura libertad de la experiencia de la escucha. Al menos, ese es el horizonte, el silencio.

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