• La Comuna de París

    428 páginas | Tapa blanda | Formato: 17 x 24 cm.
    Traductores: Daniel Iribar y Ricardo Marín
    Año de publicación: 2021

     

    Este valioso texto desgrana las razones y acontecimientos que llevaron desde la agrupación de los trabajadores y trabajadoras, la lucha desesperada por la supervivencia y la resistencia contra el ultraje de la burguesía francesa y las fuerzas alemanas, hasta el violento derrumbamiento de la Comuna en 1871. Los breves dos meses y fracción que la Comuna resistió heroicamente son narrados por Lissagaray con detalle y crudeza: los más de treinta mil fusilamientos públicos de communards, las torturas y confinamientos de obreros y simpatizantes… Un testimonio fundamental, un clásico para la izquierda, un relato conmovedor sobre el primer levantamiento obrero en una gran ciudad europea, al que Karl Marx llegó a definir como «el mayor acontecimiento del siglo XIX».

  • Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta

    78 páginas | Tapa blanda con solapas | Formato: 14 x 21 cm.
    Año de publicación: 2024

     

    El siglo XIX se despedía con aires de cambio. Expresiones como «igualdad», «libertad», «sufragio femenino», sonaban en las reuniones y en las calles de las grandes ciudades. Pronto, la bicicleta se integró en la revolución feminista y a las campañas de las sufragistas. «Pedalear por el sufragio», se convirtió en una proclama clave que se extendió como la pólvora. Así, el ciclismo pasó de ser una actividad recreativa, a tomar un significado reivindicativo contra las ataduras de la época victoriana. Sinónimo de liberación y de igualdad.
     
    Publicado por primera vez en 1895, Una rueda dentro de una rueda. Cómo aprendí a andar en bicicleta se transformó en todo un clásico. Un fascinante testimonio de la expansión de la bicicleta en el cambio de siglo, y de la libertad que este medio de trasporte ofrecía a las mujeres de entonces. Es también la crónica de una mujer singular: activista por reformas sociales contra el alcoholismo y el sufragio femenino –que afirmaba que las mujeres “deberían poder votar, especialmente si el marido estaba ebrio”–, que aprendió a andar en bicicleta a los 53 años de edad, motivando a las mujeres a superar las limitaciones de su época, y a involucrarse con prácticas que desafiaran su impuesto rol en la sociedad de finales del siglo XIX.

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